En su diversidad de estilos, temas y géneros cinematográficos (aunque predomina el documental autobiográfico), lo que desde una mirada interseccional podríamos llamar "los cines de mujeres" (no son encasillables en uno sólo), suelen estar fuertemente presentes en el Festival Internacional de Cine de Valdivia. Tal fue el caso en su 30° edición con largometrajes y cortos dirigidos por mujeres con una particular mirada que en algunos casos podríamos considerar feminista, por su cuestionamiento a la representación estereotipada de las mujeres y la visibilización de su situación de vulnerabilidad, subalternidad y trasgresión de sus derechos.