Lo mejor del 2015 (1): Festivales
El repaso del año 2015: votación de las 5 mejores películas vistas en circuito de festivales nacionales de cine.
5. The Assassin (Hou Hsiao-Hsien). Sanfic. 15 puntos
Un trama compleja de familias, relaciones y linajes, secretos y traiciones, que se explica concentradamente durante el segundo tercio de la película, pero que da espacio después para dejarse llevar por la belleza visual con que Hsiao-Hsien retrata una época y nos permite dejarnos llevar por la historia a través de una construcción cuidada y precisa de cada toma en donde, por la posición de la cámara o el uso de velos, presenciamos cada escena desde el lugar de voyeur, del espía, tan silentes e inadvertidos como la protagonista.
Si bien puede resultar inconmensurable en un primer visionado, su elegancia fílmica y elocuencia narrativa la sitúan como una de las películas más bellas y magnéticas del último tiempo, que le devuelve al cine contemporáneo chino, desde un género tan reventado comercialmente como el wuxia, un horizonte para proseguir. Vanja Munjin. De nuestro Informe XI Sanfic 4
4.- The look of silence (Joshua Oppenheimer) Fidocs. 16 puntos.
Acabando con la dialéctica de “la representación de la realidad del documental” al que todavía aspiran los malos programas de reportajes televisivos, The look of silencepropone que no existe pretensión de verdad sin una imaginación que alimente su posible, y varias veces, precaria instauración. Para ello la película parte del registro en que Adi interroga a los testigos directos e indirectos de la muerte de su hermano, para luego, montarlo con otras imágenes que no lo tienen como foco, muchas de carácter metafórico, empero siempre ancladas en el régimen no ficcional. Con esta combinación la narración presenta a un individuo que melancólicamente se encuentra prisionero de un trauma de carácter familiar que no vivió directamente, ya que nació dos años después de la muerte de su hermano, absolutamente ligado a la historia de su país (aquel fue un crimen más dentro de un genocidio) y que proyecta la contra-historia, es decir, el silencio de los derrotados, surge como el retorno de lo reprimido por sobre el relato oficialista, basado este último en el borramiento, la tergiversación y el silencio que parecieran colmar negativamente la memoria en la Indonesia contemporánea. Alvaro García. De Informe Fidocs 2015 (VI)
3.- As 1001 Noites (Miguel Gomes) Ficvaldivia. 24 puntos.
El filme toma juguetonamente la estructura del libro clásico, y desde allí traza un retrato de la actual Portugal a partir de una serie de relatos enlazados exclusivamente por la voz de su narradora. El filme se abre en un puerto (los astilleros de Viana do Castelo) y se cierra con otro al anochecer, punto de partida y también retorno literal para un viaje alucinatorio donde Gomes incorpora todos los elementos posibles –testimonios reales, ensoñaciones y fábulas, maniobras de distanciamiento, aclaraciones textuales y distintas versiones del bolero Perfidia como referente dramático- como estrategias para retratar la actualidad de un país empobrecido por las políticas monetarias de la Unión Europea. Organizada libremente en torno a ciertos temas comunes para cada segmento, la trilogía expone en lo concreto situaciones reales recopiladas por la prensa ocurridas entre 2013 y 2014. En ellas se alude a la cesantía, la pobreza, la alienación urbana, la ruptura con la tradición histórica portuguesa, la disociadora relación con la tecnología, la pérdida de sentido y, también, la muerte. Algunas de estas historias se entrelazan, otras se conectan sólo tangencialmente o se degluten unas a otras con la independencia que permite la voz en off y con un pie fuertemente anclado en referencias literarias que no solo incluyen a los relatos de Scheherazade, sino también a Jan Potocki, a Herman Melville y por cierto a Joseph Conrad. Felipe Blanco. De Informe XXII Ficvaldivia (2): Luz silenciosa. Lea: Entrevista a Miguel Gomes
2.- Cemetery of splendour (Apichatpong Weerasethakul). Ficvaldivia. 28 puntos.
Sueño y vigilia, muertos, espíritus y vivos, temporalidades otras se cruzan en un film con apariencia realista que introduce casi naturalmente la presencia de los espíritus que exige del espectador una atención y paciencia sostenida entre la cadencia de sus imágenes y una visión más bien quieta del mundo, que otorga de hermosa manera una recompensa a quien se deje llevar por el film, cayendo en un ensueño en que mitos, sueños y realidad se mezclan, confunden e interrogan. Tiernos personajes, retratados con sinceridad y naturales cuotas de humor la sitúan como una de las películas más entrañables del certamen. Vanja Munjin. De: Informe XXII Ficvaldivia (4): Cuentas regresivas, juegos de archivo y ensoñaciones
1.- Hard to be a God (Aleksei German) Muestra Europa Ya! en Cine UC. 44 votos.
Como una especie de carnaval apocalíptico en este mundo todos parecen deformes y parecen aislados de lógicas racionales, apenas impera la sobrevivencia, la crueldad y la violencia. La cámara es crucial y determina un punto de vista que a veces pareciera la de Rumata, otras la de un meganarrador o cámara testigo, a la cual los personajes “secundarios” miran y gesticulan, en un encuadre del que constantemente salen y entran personajes, pero también objetos, animales, materias. Por otro lado, los gestos “soeces”, sexuales, los orificios del cuerpo (anales, mucosos), acercan este filme a un grotesco que como se ha dicho bien podría ser un cuadro de Brueghel o El Bosco, recordando a ratos también algunos elementos de Underground de Kusturica, la teatralidad barroquista deDelicatessen o algunos elementos del cine de Béla Tarr, aunque estamos hablando de algo de una intencionalidad completamente distinta. El sustrato histórico de German puede asimilarse más bien al carnaval tal como había sido pensado por el lingüista ruso Bajtín al respecto de la literatura de Dostoievski, la herencia pagana de cierta “baja” Edad Media. Iván Pinto. De: Informe Muestra Europa Ya! (3)