El callejón de las almas perdidas: El mundo y todo lo que contiene

El Callejón de las Almas Perdidas es una fábula onírica sobre la naturaleza humana y su búsqueda interminable de la felicidad y sobre como esa búsqueda puede terminar en tragedia si no tenemos cuidado con lo que deseamos. Es una película que se toma su tiempo en desarrollar los temas que propone pero que es increíblemente satisfactoria en su final. Aunque en esta película no existen los elementos sobrenaturales típicos del cine de Del Toro, personalmente creo que es una de sus películas mejor logradas.

La nueva película de Guillermo del Toro, basada en la novela de 1946 de William Lindsay Gresham, es un sueño incómodo que, lenta pero decididamente, se va transformando en una pesadilla. La producción, siempre impecable en el cine del director mexicano, se mueve entre lo surreal y lo subjetivo, reflejando el destino que pende sobre su protagonista. Pero El Callejón de las Almas Perdidas es una historia sobre como el destino no es algo que existe simplemente en el universo sino que es el resultado inminente de nuestras acciones y que no importa lo que hagamos, no podemos cambiar su rumbo si es que no cambiamos quienes somos nosotros primero.

Stanton Carlisle (Bradley Cooper) es un misterioso hombre de los Estados Unidos de los años treinta que llega a trabajar a una de estas ferias de espectáculos y rarezas típicas norteamericanas. Allí conoce distintos personajes como el contorsionista, el Hombre Forzudo (Ron Perlman), Molly la Chica Eléctrica (Rooney Mara) y el “Monstruo”, un hombre mitad bestia que se alimenta de la sangre de gallinas vivas. También conoce a Madame Zeena (Toni Collette) y a Pete (David Strathairn), la pareja de videntes que le enseñarán los secretos para embaucar a la gente con sus trucos de adivinación y que le advierten no ir demasiado lejos y no creerse su propia mentira.

Por supuesto que Stanton no escucha y lentamente vamos conociendo mas a este hombre misterioso, sus maneras violentas y sus oscuras motivaciones, y como se deja llevar por la ambición y la codicia a tal nivel que finalmente se reconocerá a si mismo y verá quien realmente es.

La propuesta de Guillermo Del Toro pareciera ser una exploración de los peligros del capitalismo y sobre como el éxito se transforma en una perdición para las personas no preparadas. Stanton Carlisle comienza la película con su manos y su conciencia sucias y hace todo lo posible por escapar de su pasado y cambiar su destino pero solo de manera superficial, a través de la fama, el éxito financiero y el amor de una bella mujer mientras sigue siendo el mismo hombre lleno de culpa y resentimiento. Le promete a Molly la Chica Eléctrica “el mundo y todo lo que contiene”, mientras emprenden un viaje lleno de esperanzas pero el vacío en su corazón no se llenará jamás. Al contrario, cada vez se hará mas profundo. En ese momento, la película pareciera terminar con un final feliz, pero solo nos han contado la mitad de la historia.

Nuestro protagonista no es el único con un corazón vacío; la película es enfática en mostrarnos que todos estamos en la búsqueda de validación, reconocimiento y consuelo y que ese es precisamente nuestro punto mas débil. La segunda mitad de la película nos presenta a la Dra. Lilith Ritter (Cate Blanchet), una mujer segura de sí misma que sabe cómo manipular estos deseos y temores para su propio beneficio, siendo un contraste preciso al personaje de Cooper, quien está tan convencido de ser la persona que se ha inventado que no es capaz de ver ninguna de las señales de amenaza.

Y esas señales están diseminadas a través de toda la película. Del Toro es muy hábil para construir un relato atrapante lleno de pistas y advertencias invisibles que solo tendrán sentido al final de la película –tanto para el espectador como para el protagonista- y que enriquecerán excesivamente un segundo visionado (altamente recomendado). Es una delicia ver como cada cuadro de esta película está perfectamente diseñado y ejecutado para entregarte la mayor cantidad de información posible sin sentirse recargado. Al igual que en la vida, las señales están ahí solo para el que quiera verlas. Esa es una de las principales moralejas de esta historia.

El Callejón de las Almas Perdidas es una fábula onírica sobre la naturaleza humana y su búsqueda interminable de la felicidad y sobre como esa búsqueda puede terminar en tragedia si no tenemos cuidado con lo que deseamos. Es una película que se toma su tiempo en desarrollar los temas que propone pero que es increíblemente satisfactoria en su final. Aunque en esta película no existen los elementos sobrenaturales típicos del cine de Del Toro, personalmente creo que es una de sus películas mejor logradas.