Siendo uno de los personajes clave de la cultura teatral nacional, existen pocos documentales aún que busquen saldar la deuda con el fallecido dramaturgo, actor y director teatral Andrés Pérez. Tacos de cemento es un buen intento al respecto y lo realiza Marcelo Porta, quien trabajó con el director en sus últimos años. El documental se presentó en una versión previa que tuvo algo de circulación en el ámbito académico de la mano de la investigadora teatral María de la Luz Hurtado. Cuenta como marco, a su vez, un reflote reciente de Pérez a la luz de la publicación del libro Prácticas de teatralidad en Chile a partir del trabajo de Andrés Pérez Araya de la creadora e investigadora Ana Harcha Cortés. Ambas obras (documental y libro) fueron lanzadas en el marco del día nacional del teatro, el 11 de mayo pasado, fecha elegida por la institución a partir del natalicio de Pérez.

Tacos de cemento encuentra a Pérez en plena realización de La Huída (2001) y rescata material muy valioso de ensayos, entrevistas e incluso piezas fílmicas que acompañaban este trabajo. La Huída es una obra escrita por el propio Pérez, que aborda la persecución y desaparición de homosexuales bajo el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, lo que servía a la compañía para explorar en los límites del discurso biográfico, la crónica, el testimonio y del propio teatro. Pérez buscaba con esta obra vincularse más a una temática política a partir de su propia condición homosexual, y sus reflexiones biográficas en torno al golpe militar del '73, pues se trataba de una obra escrita en plena dictadura. Aun con todo ello, la obra fue incomprendida por la crítica de su momento, la que, por otro lado, no dejaba de canonizar a La negra Ester.

Tacos de cemento no sólo muestra un costado comprometido con la causa social sino también a Pérez como artista y trabajador cultural. Durante los años que fue consolidando a la compañía Gran Circo Teatro, Pérez fue un ferviente defensor de la autonomía de las compañías a la hora de manejar sus propios espacios, alejándose del modelo burocrático que empezaba a gestarse en la década del noventa. Sorprende que aún con el reconocimiento que tenía Pérez para el período de La Huída luego de La negra Ester, las condiciones en que le tocaba trabajar seguían siendo las de una compañía que tenía que ingeniárselas para utilizar los recursos y la ocupación de espacios como los galpones de Matucana 100 (descubiertos por el propio Pérez). El director teatral, aquí, se mantiene firme frente a lo que llama una condición de “paria” que abandera una posición y un lugar desde donde decide hablar.

Marcelo Porta lleva este discurso por vía de entrevistas provenientes de diversas fuentes, así como de archivos muy valiosos del proceso artístico, con algunos énfasis interesantes; como el inicio, donde muestra unos manuales de Estado de la época de Ibáñez con mensajes condenatorios sobre enfermedades venéreas, o la utilización de los materiales de la puesta en escena de la obra, reutilizados aquí en clave documental. Todos estos materiales ayudan a ajustar al documental un punto de vista definido, que si bien elige el retrato de Pérez como tema desde un tratamiento más bien clásico, aporta en el retrato de un Andrés Pérez más incómodo y silenciado en su monumentalización posterior. El final ayuda a clarificar aún más el punto de vista del documental, aunque quizás es bueno complementar con más información: el (relativo) fracaso de la recepción de su obra, sumado a la devolución del “comodato” bajo el cual el Pérez pudo utilizar el galpón de Matucana para montarla (que tuvo protestas y dificultades con el ministro de Hacienda de ese entonces, Jaime Ravinet), lleva a un bajón anímico que redunda en el agravamiento de su estado de salud, falleciendo de VIH en precarias condiciones del Hospital San José.

Tacos de cemento es un homenaje, pero también una reflexión sobre las condiciones de trabajo del artista en nuestra sociedad. Lejos de las idealizaciones románticas, hay en el discurso de Pérez que se presenta en el documental un claro alegato por la dignificación del trabajo teatral y de la autonomía crítica del artista. Una mirada que, en retrospectiva, nos interroga sobre las políticas culturales de nuestro país más allá de la monumentalización oportunista.

Nota comentarista: 7/10

Título original: Tacos de cemento. Dirección: Marcelo Porta. Guión: Marcelo Porta, María de la Luz Hurtado, Hugo Osorio. Producción: María de la Luz Hurtado, Marcelo Porta. Fotografía: Marcelo Porta. Sonido: Jaime Solís, Francisco Aguilera, Andrés Morera. País: Chile. Año: 2016. Duración: 56 min.