En el clásico Total Recall (1990), dirigido por Paul Verhoeven y basado en un relato corto del gran Philip K. Dick, se propone la percepción de lo real y la construcción de la realidad a partir de recuerdos implantados. Esta premisa, que es una de las reflexiones más interesantes de la ciencia ficción a propósito de la construcción de lo humano, se exploró también en Blade Runner (Ridley Scott, 1982) y en Ghost in the Shell (Mamoru Oshii, 1995), por ejemplo, cuestionando si es suficiente una memoria falsa capaz de producir emociones y juicios propios para hacer de un cyborg una persona.

En lo personal, algunas premisas de la ciencia ficción siempre me han parecido una metáfora de la realidad aderezada con la distorsión de la psicodelia y la distopía; en ese sentido, la memoria implantada a sujetos que se convierten a la larga en una suerte de soldados al servicio del aparato de poder (como Douglas Quaid interpretado por Arnold Schwarzenegger en Total Recall) es una metáfora que adquiere una dimensión política en el momento en que surge la interrogante por parte de los personajes a propósito de la misión que se les ha asignado y la intuición de que hay algo sobre sí mismos que una Corporación (o el Imperio o el Estado) les está ocultando.

Este es el mismo argumento en el que se basa la historia del personaje de Carol Danvers, Capitana Marvel (protagonizada por Brie Larson). Danvers tiene recuerdos nebulosos de lo que, podemos suponer, fue su vida en el planeta Tierra mientras trabaja en una misión para rescatar a un espía del Imperio Kree atrapado por el grupo enemigo de los skrulls. Conforme avanza la trama y en una caída accidental a la época de los 90’s en el planeta Tierra, Danvers descubrirá más cosas de su pasado pese a que esto contradiga todo lo que conocía de sí misma hasta ese momento.

Como película del universo MCU el descubrimiento personal va a convertirse en la fuerza interior que le permitirá explotar todas las posibilidades que tienen sus súper poderes. Así sucede en Spider-Man, aunque durante los cambios y dudas propias de la adolescencia. En el sello Marvel la pelea por la justicia se da desde una moral maniquea, sin embargo, la salvedad ahora es el recurso últimamente muy usado de que los villanos y los buenos no son los que parecían serlo en un inicio. Esta “vuelta de tuerca” está en correspondencia con la construcción de lo real que mencioné en un inicio, Danvers estaba al servicio del poder del Imperio (por decirlo de una manera) sin cuestionar lo instaurado, conocerse a sí misma le permitirá ejercer el poder no desde lo normalizado sino desde una moral personal.

Pero en el proceso de autoconocimiento de la Capitana Marvel hay un aspecto político que está en comunicación directa con los espectadores (debido a su discusión actual) y que es el que más polémica ha desatado desde antes de su estreno: el lugar de la mujer en relación con los discursos de poder. Más allá de posicionarse respecto a juicios sexistas sobre las profesiones en las que también puede desarrollarse una mujer, recoge una lectura más integral de cuestiones que también van de la mano con algunos feminismos: la integración de “las minorías” y víctimas políticas (representados por los skrulls como se mencionó en una lectura anterior) o la práctica nodal de la educación en casa en el personaje de la amiga (Lashana Lynch) y la relación con su hija.

Al final, casos como el de Capitana Marvel permiten encontrar este tipo de reflexiones en una película de públicos masivos, la que -si pensamos con un poco de optimismo- mina los discursos instaurados y, como le sucede a los personajes rebeldes de K. Dick, nos hace repensar en nuestra construcción de la realidad.    

Nota comentarista: 7/10

Título original: Captain Marvel. Dirección: Anna Boden, Ryan Fleck. Guion: Anna Boden, Ryan Fleck, Geneva Robertson-Dworet. Fotografía: Ben Davis. Música: Pinar Toprak. Reparto: Brie Larson, Samuel L. Jackson, Jude Law, Ben Mendelsohn, Lashana Lynch, Gemma Chan, Annette Bening, Lee Pace, Mckenna Grace, Clark Gregg, Patrick Gallagher, Connor Ryan, Duane Henry, Ana Ayora, Stanley Wong, Don Cheadle, Scarlett Johansson, Mark Ruffalo, Stan Lee. País: Estados Unidos. Año: 2019. Duración: 125 min.