Cielo (2): El enigmático turismo
Los espectadores de documentales nos enfrentamos siempre a un peligro latente. Más que en otros géneros, el documental muestra una representación de la realidad que muchas veces quiere acercarse de forma depurada al objeto que muestra. Sin embargo, esta realidad siempre está mediada por el ojo del autor, quien instala sus obsesiones y prejuicios en pantalla casi sin darse cuenta. Nadie puede evitar ser quien es, y en este caso, la realizadora de Cielo tampoco puede hacerlo. Cielo se plantea como una experiencia para conocer distintas miradas sobre, valga la redundancia, el cielo del desierto de Atacama. La directora, Alison McAlpine, instala su voz en off para hablar de su atracción por ese cielo estrellado que se ha ganado el adjetivo de “el más limpio del mundo”. McAlpine habla con astrónomos, habitantes de la zona y cazadores de ovnis para poder encontrar en otros la misma fascinación que ella posee, una que nace de una relación casi mística con las estrellas. Ahí donde se declaran las intenciones, también se pierde el relato. La directora parece ir recogiendo testimonios en el camino, que se va disgregando a medida que avanza en el metraje. Es curioso, porque en estricto rigor cada uno de los bloques de entrevistados apunta de alguna forma a lo mismo, pero hay una inconsistencia en la narrativa que hace que cada momento pierda peso. En la contraparte, la directora decide acotar espacios, dejando la sensación de historias truncadas y sin interés. La mirada de la directora está puesta sobre una realidad cotidiana, pero tratada con exotismo, como si cada uno de los personajes presentes fueran un componente más de una historia que busca ser “mágica”. La constante de la voz en off de la realizadora intenta conformar una orgánica en torno a una sola idea, pero los personajes corren con colores propios. Es esa riqueza a la que McAlpine parece no asistir, empeñada en concluir una búsqueda en la que aparentemente se encuentra sola. La directora le da la espalda a los personajes, que por sí mismos eran lo más interesante del documental. Con todo, se aprecia un esfuerzo por montar la belleza del paisaje. Existen planos de gran preciosismo fotográfico, inteligentemente montados, que sin embargo se pierden porque, pese a su belleza, carecen de peso en una obra que sitúa esas imágenes como algo más decorativo que consistente con lo que se está contando. Asistimos a un collage impactante, lleno de colores, pero que en ocasiones sólo confunde al espectador. Sintomático de esto resulta el momento en que la directora muestra los testimonios de dos astrónomos mientras expone en pantalla imágenes sugestivas y en movimiento, para reafirmar una poética que de por sí existe en el discurso de los entrevistados y que no necesita contar con nada más. Menos es más, dicen por ahí. El ojo de McAlpine se siente ajeno a lo que está mostrando. Todo le parece desconocido: las personas que entrevista, el mismo paisaje. Hay una intencionalidad que de a poco se va revelando, mostrando el territorio como si fuese otro planeta. Desde ahí, sólo queda en la retina la instantánea de la imagen. Las intenciones quedan truncadas, y la sensación del espectador es la de interiorizarse en muchas miradas que no tienen una conclusión satisfactoria. Cielo es, antes que todo, un documental turístico, técnicamente impecable, pero que no cuenta con una narración que permita hilar las imágenes. Un paseo excesivamente decorativo que pierde una buena cantidad de oportunidades de generar un producto audiovisual reconocible y consistente. Nota comentarista: 4/10 Título original: Cielo. Dirección: Alison McAlpine. Producción: Carmen García, Paola Castillo, Alison McAlpine. Guión: Alison McAlpine. Fotografía: Benjamín Echazarreta. Montaje: Andrea Chignoli. Sonido: Miguel Hormazaba, Mauricio López, Andrés Carrasco, Rodrigo Salvatierra, Carlos Sanchez Farías, Claudio Vargas. Música: Philippe Lauzier. Casa productora: Second Sight Pictures, Errante Producciones, Argus Films. Productor de Marketing y Distribución Internacional: Sean Farnel. País: Canadá – Chile. Año: 2017. Duración: 78 min.