Durante el pasado FICUNAM pudimos conversar con el director João Pedro Rodrigues a propósito de su último filme O Ornitólogo.

Iván: Me parece que O Ornitólogo hace una especie de deconstrucción del artificio; empieza muy realista y poco a poco la película en sus recursos se empieza a volver irreal. Al principio utiliza una especie de naturalismo y termina en un dibujo que es absolutamente abstracto y casi metafísico.

JPR: Quizás más metafísico que abstracto, porque es algo que me preocupa mucho, es como llegar a una inverosimilitud que sea verosímil. Y creo que mi trabajo es partir de lo físico…porque el cine es muy complejo; son imágenes, son cuerpos, por eso cuando la gente dice a veces que es surrealista a mí no me gusta porque el surrealismo da solo una mirada sobre una cosa. Es muy simbólico. Lo mismo que yo trabajé con los símbolos, no es el símbolo lo que me interesa. Por ejemplo la paloma blanca que es el espíritu santo, pero lo que me interesa es que sea una paloma, un animal. Antes de que sea un símbolo, un animal. Y mi inquietud es cómo llegar al fantástico. Yo intento siempre llegar al fantástico a partir de lo concreto.

I: La película es también una película umbral, sobre la frontera y la transformación. Es el recorrido de un personaje que se va perdiendo también a él mismo en este camino.

JPR: Creo que mis películas tratan siempre del tema de la transformación, porque yo creo que los personajes que son interesantes son siempre los personajes que cambian. En esta película intenté hacer algo un poco más radical que es cambiar de actor por ejemplo. Y yo no estaba seguro desde el inicio si eso funcionaría o no, y entonces todas las escenas que son conmigo primero durante el rodaje las hemos ido rodando con Paul, porque yo no estaba seguro si funcionaría después ese cambio de cuerpo. Es como si cambiases de piel. Pero después creí que sí funcionaría y que me gustaba esa idea de que pudiera poner esa transformación de una forma tan evidente como cambiar tu cuerpo. Porque yo creo que lo que lo transforma, más que la idea religiosa, es la mirada de la naturaleza. La mirada de los animales. Se llega a esa trascendencia cuando se pierde en la naturaleza.

I: Es como que la naturaleza también lo absorbe, la mirada de los pájaros está sobre la mirada de él.

JPR: Yo creo que nosotros buscamos siempre algo distinto de nosotros mismos. Es por eso que es un camino físico pero también un camino interior, es una búsqueda interior. El personaje se descubre en un otro.

I: Yo pensaba en la idea de un personaje que está en la búsqueda de una alteridad radical.

JPR: Sí porque el film está muy construido en esa idea de lo doble; es Paul y yo, son los dos gemelos, las dos chinas, esa idea de que detrás de algo hay siempre algo distinto. Es como la idea de la sorpresa. Los dos personajes, las dos chinas, parecen inofensivas al principio pero después se tornan completamente distintas. Hay siempre una sorpresa. Me gusta el cine en donde hay siempre una sorpresa; nada es lo que aparenta.

I: Cuando vi la película lo primero que pensé fue el tema de la santidad. El cuerpo y la santidad, intento entender eso a partir de elementos: el cuerpo casi virginal, la cicatriz, el homoerotismo...

JPR: Yo aprendí mucho a hacer cine mirando la pintura. Mi aproximación a la religión fue sobre todo a través de la pintura. Porque yo no tuve una educación religiosa y tampoco soy creyente. Pero la pintura era al inicio casi toda religiosa, pintaba las historias de los santos, las historias de Cristo. En la pintura hay muchas veces un lado en que lo sagrado tienes que encontrar cuerpos, hombres y mujeres para representar santos. Muchas veces la idea de la belleza está en cuerpos ideales, tanto hombres como mujeres, y por eso lo sagrado está siempre unido con lo profano. Muchas veces hay mucha carnalidad y mucho erotismo en la representación de los santos. El martirio del santo, en la película también hay una especie de martiriología por esa relación con los santos. El martirio es la forma de llegar a la santidad. Entonces estas pruebas que el personaje va haciendo no sé si es la santidad, pero es algo que es distinto.

I: Bueno, y desde ahí la carne, ¿no?

JPR: Sí, pero el martirio está muy ligado a la carne, a lo físico, porque el martirio puede ser horrible, hay muchos martirios que son horribles. Lo que el personaje sufre es como equivalente para llegar a algo trascendente, algo distinto de lo que era al inicio.

I: Volviendo un poco a la primera pregunta, está toda esta escena con los animales disecados. También ese es un punto de no retorno para el personaje, y me llamó mucho la atención toda la secuencia, justamente esta estática de los animales, el bosque, muy de fábula.

JPR: Sí, es un poco un bosque mitológico, de fábula. pero a mí me pareció que en ese momento de la película ya me podía permitir algo más claramente artificioso porque la película ya había despegado un poco de la realidad. Hay muchas cosas que no sé muy bien explicar. Yo creo que si las cosas son demasiado intelectualizadas se diluyen, desaparecen.