Ya no estoy aquí (1): Buscando la pertenencia

La película cuenta la historia de Ulises de 17 años, que lidera un grupo de adolescentes que se identifican como los Kolombia, una tribu urbana que bailaban cumbia lenta y que vestían ropas anchas y peinados similares a los pokemones que existieron en Chile. La película retrata a un grupo de adolescentes que viven y se mueven por los barrios pobres de la ciudad de Monterrey, cuyo único sentido de pertenencia e identidad es estar juntos, escuchando, tocando y bailando cumbia, mientras de a poco se van involucrando con el mundo de las mafias y pandillas de esa zona de la ciudad.

Sé que hay muchos críticos de Netflix y otras plataformas online de streaming, sin embargo, en las últimas semanas el catálogo de éstas se ha expandido, permitiendo variar de contenido y temáticas. Hoy se pueden ver películas clásicas, e incluso más de algún filme latinoamericano. Uno de estos estrenos fue Ya no estoy aquí (2019), película mexicana de Fernando Frías, que tuvo paso por festivales como Morelia, Mar del Plata y Tribeca, y que se ha posicionado entre los estrenos más vistos de Netflix en varios países latinoamericanos.

La película cuenta la historia de Ulises de 17 años, que lidera un grupo de adolescentes que se identifican como los Kolombia, una tribu urbana que bailaban cumbia lenta y que vestían ropas anchas y peinados similares a los pokemones que existieron en Chile. La película retrata a un grupo de adolescentes que viven y se mueven por los barrios pobres de la ciudad de Monterrey, cuyo único sentido de pertenencia e identidad es estar juntos, escuchando, tocando y bailando cumbia, mientras de a poco se van involucrando con el mundo de las mafias y pandillas de esa zona de la ciudad.

Si bien Ya no estoy aquí podría abordarse desde distintos puntos: la contracultura popular, la violencia social, la pobreza y marginalidad en Latinoamérica, yo me quiero enfocar en el tema de la adolescencia y el sentido de pertenencia al lugar, a los amigos y a la familia. Ulises, si bien era uno de los líderes de la banda, va constantemente buscando la aceptación de sus pares, de pandillas, intentando tomar una posición relevante entre sus compañeros. Sin embargo, la película sitúa a Ulises en la necesidad y urgencia de irse y de comenzar una nueva etapa como inmigrante en Nueva York, lo cual lo aísla y aparta de su mundo conocido. Ulises comienza a trabajar, sin hablar ni entender inglés, pero tampoco pone de su parte para lograr comunicarse.

La vida de Ulises pierde su sentido, básicamente no se siente parte del nuevo mundo en el que vive, pero del mismo modo sabe que el regreso puede resultar no sólo peligroso para él, sino que para toda su familia. Ulises está en un limbo donde habita en un mundo desconocido, que, si bien no lo recibe de forma hostil, le niega de cierta forma la posibilidad de comunicarse. Aquí aparece Lin, una adolescente asiática que se esfuerza por entablar una amistad con Ulises, pese a la diferencia idiomática. A ella la presencia de Ulises le parece enigmática, casi exótica, donde el problema no es solo el idioma, sino las escasas palabras que Ulises habla, incluso en español.

El dilema de Ulises radica en que su camino a la adultez se ve interrumpido por un cambio forzado en su entorno, en un abandono de las raíces que estaba formando, lo que de a poco genera una desconexión con su pasado, y solo le queda enfrentar un presente incierto, marcado por la fragilidad de vivir como ilegal en otro país. Esto se ve reflejado de mejor manera cuando, después de ser deportado, Ulises vuelve a su ciudad y ve como en poco tiempo sus amigos han cambiado, transformándose unos en un grupo más violento y otros convertidos a la religión. Es ahí cuando, enfrentado a esta dualidad, Ulises dice explícitamente que él va por la vida sólo.

Ya no estoy aquí es un coming age donde el protagonista se va encontrando consigo mismo en una sociedad y ciudad que se siente lejana. Ulises necesita volver a Monterrey, pero su regreso solo marca más distancia con sus pares, una distancia incluso mayor que la que existía cuando él estaba en Nueva York. El proceso de crecimiento y descubrimiento personal de Ulises se enmarca más por un alejamiento, por sentir que está sólo en el mundo y que él ya no pertenece.

 

Título original: Ya no estoy aquí. Dirección: Fernando Frías. Guion: Fernando Frías. Fotografía: Damián García. Montaje: Yibran Asuad. Elenco: Juan Daniel García Treviño, Xueming Angelina Chen, Coral Puente, Leo Zapata, Tania Alvarado. País: México. Año: 2019. Duración: 112 min.