Sully: la eterna búsqueda del héroe
Si algo puede caracterizar la filmografía de Clint Eastwood es la constante búsqueda de héroes en todos los niveles de la sociedad, a través de ellos es como ha podido instalar temas que dialogan con su abierto conservadurismo y con su mirada hacia la sociedad norteamericana. En su última película, Sully (2016), recientemente estrenada en las salas nacionales, podemos observar ciertas características que son constantes a lo largo de su cine.
Lo primero que destaca es el hecho que en muchas ocasiones sus héroes están en cuestionamiento. Sea interno o externo, los protagonistas de Eastwood están bajo el juicio moral de sus acciones. Es este caso, el piloto Chesley Sullenberger, interpretado por Tom Hanks, es investigado por la aerolínea sobre los hechos ocurridos con su vuelo, que acuatizó de emergencia en el río Hudson luego de perder sus dos motores por un incidente con aves. Pese a que el accidente no tuvo víctimas y en los medios lo tratan como un héroe, las pruebas demostrarían que podría haber vuelto al aeropuerto sin problemas. La pregunta ¿me habré equivocado? ronda en la cabeza de Sully toda la película. Distintas alucinaciones y pesadillas sobre ser tratado como un fiasco y de accidentes aéreos abundan mientras aloja en una habitación de hotel lejos de su familia. Es en este escenario donde el héroe se quiebra y duda.
Técnicamente las películas de Eastwood son incuestionables. Tantos años en la industria le han permitido desarrollar ese aspecto con mayor tranquilidad para así enfocarse en las historias que a él le interesa representar. Y es en este sentido en que Sully es quizás una de sus películas menos fuertes del último tiempo. Al parecer la poca posibilidad de darle un contexto más político al filme hace que la historia se diluya en un relato más clásico. En el fondo, es una película sin el Clint Eastwood conservador, sin moverse en las finas fronteras entre lo que él piensa y lo que aparentemente puede ser dicho. Es en este sentido que Sully está ajena al contexto político donde él se mueve con mayor libertad.
Esta pérdida del proselitismo más clásico y directo que se ha podido ver a lo largo de la carrera de Easwood se diluye en Sully pese a ser protagonizada por Tom Hanks, otro ícono de la propaganda estadounidense. Es que quizás cuando el enemigo está dentro del sistema que tanto has defendido es más difícil darle un carácter más antagónico. En Sully el enemigo se redime, se reconoce vencido para así dar cuenta del error y de la victoria del protagonista. En este sentido, la película es más cercana a Invictus (2009) que ha Gran Torino (2008) o a Francotirador (2015), solo por nombrar algunos de los últimos filmes de Eastwood.
Siempre es complicado abordar una película o la filmografía de Clint Eastwood. Sobre todo por su explícitamente conservadora y pro-estadounidense visión de mundo. Sin embargo, dejando de lado su proselitismo, sus películas presentan quizás a la perfección lo que es un cine clásico, de autor y hollywoodense a la vez. Y sin duda, pese a los reparos políticos que podamos tener, son películas que siempre son necesarias de ver y debatir.
Sebastián González Itier
Nota comentarista: 5/10
Título original: Sully. Dirección: Clint Eastwood. Guión: Todd Komarnicki. Fotografía: Tom Stern. Edición: Blu Murray. Reparto: Tom Hanks, Aaron Eckhart, Laura Linney. País: Estados Unidos. Año: 2016. Duración: 96 min.