Dentro de todos los momentos que se viven en Rocketman, uno de los más emotivos es la interpretación del súper éxito Your Song. Bernie Taupin, interpretado por Jamie Bell, le entrega la letra de la canción a un naciente Elton John, quien descifra el sentido de sus palabras a través de una melodía prodigiosa y reconocible hasta hoy, tanto que la canción ha sido utilizada en innumerables piezas comerciales y referencias pop. Sin ir más lejos, a fines de 2018, cuando ya sabíamos de la realización de esta biopic, el comercial de John Lewis & Partners para Navidad utilizó esta canción como hilo conductor, operando como un extraordinario tráiler para esta película que recién fue estrenada hace un par de semanas en Cannes. Al compás de esta canción, vimos un recorrido por la vida de Elton John, que ahora se presenta como productor de su propia película, contando con Taron Egerton (Kingsman, Sing) como protagonista, en un papel para el que el actor de 29 años parece haberse preparado toda su vida.

Por lo mismo, y por el nivel de emotividad que se entrega en esa escena, me sorprendió ver el clip íntegro liberado en youtube. Es cierto que sin contexto la sensación no es la misma, pero a quién le importa: es Your Song, maldición. Qué clase de persona eres si no lloras escuchándola. Que se haya liberado este y otros clips de la película junto con la banda sonora en streaming habla de muchas cosas que no tienen que ver la con la película en sí, sino que con la bien aceitada maquinaria que instala filmes para su venta y difusión. Rocketman es una película pensada para un público que no necesariamente está conformado por fanáticos de Elton John, sino también para quienes están dispuestos a descubrirlo.

Pero partamos por el principio. No es fácil referirse a una superestrella como Elton John, un personaje que ha deambulado entre una exposición superficial que le ha permitido enmascararse permanentemente y una forma más frontal de expresar su arte. En este caso contamos con su visto bueno, en una labor que asumimos puede haber facilitado las cosas para el director Dexter Fletcher, responsable anteriormente de Eddie the Eagle (2016), película que también tuvo a Egerton como protagonista. La intervención del músico es evidente y, por lo mismo, sorprende la forma de presentarse, iniciando una onírica terapia en un grupo de apoyo y introduciéndose al resto como “Elton Hércules John, drogadicto, alcohólico, bulímico, adicto al sexo y a las compras”. No podemos olvidar que el músico sigue entre nosotros, y por lo tanto, escoger esta vía para explicarse a su público habla también de un interés de su parte de expiar ciertas culpas y temas que lo han atormentado desde que era un chico tímido en Inglaterra.

Precisamente por eso, en Rocketman los personajes nobles son seres humanos perfectos y sin maldad, mientras que los villanos son absolutamente despreciables. Vemos todo bajo el cristal entregado por su protagonista, en una lógica en la cual el musical como género se presenta como una necesidad de estilo que resuelve de forma más simple el delineado de los personajes. La exploración del género llega a buen puerto, realizando una biopic más cercana, al menos visualmente, a lo que ha hecho antes Todd Haynes en sus filmes Velvet Goldmine (1998) y I’m Not There (2007) y haciendo eco de cierta exigencia del público frente a este tipo de películas, relacionado con la manera en que buscamos la representación de estos grandes íconos, que se desdibujan en la realidad hasta conformar un imaginario reconocible pero no necesariamente homogéneo.

La decisión de hacer de esta biopic un musical, a diferencia de otras experiencias en que también vemos a un icónico músico en pantalla, como Walk the Line (James Mangold, 2005), tiene también que ver con la carrera de Elton John, extravagante y ambivalente, y por lo mismo, haciendo gala de su teatralidad, como si no hubiese otra forma de expresión para él, al menos en el periodo que escoge mostrar en pantalla. Esa decisión nos permite intuir que el músico de alguna forma ha optado en partirse en dos, teniendo un antes y un después del desenfreno que las nuevas generaciones apenas intuyen al verlo convertido hoy en el responsable hombre mayor y compositor de baladas pop. Hay una especie de redención del personaje, como si el mismo músico quisiera pedirse perdón a sí mismo por el maltrato al que decidió someterse.

Rocketman pasa a ser una experiencia interesante de ver en pantalla gigante por su nivel de espectacularidad, fundada en una brillante dirección de arte y diseño de vestuario que nos remite al tipo de presentaciones que realizaba el músico en sus primeros años. Por otro lado, el dato no menor de la interpretación de todas las canciones por parte de Taron Egerton habla de un interés real por generar un filme con elementos atractivos. Sin embargo, estos elementos terminan encandilando al espectador y, a la larga, sentimos que estamos asistiendo a una terapia muy personal y la vez muy televisada, con una estructura que, guardando las proporciones, recuerda mucho al reciente cine Marvel, exhibiendo presentación, caída y resurgimiento del héroe, sin escenas post créditos, pero con recordatorios al cierre sobre el germen y el origen de las imágenes que vimos, y donde los malos son muy malos y los buenos son muy buenos. Aquí es donde nos termina de hacer sentido la forma de promoción del filme, que muy cerca del ya acostumbrado “teaser tráiler” se encargó de hacernos saber todos los pormenores de su producción. Algo que al parecer, se viene convirtiendo en una costumbre de las películas de industria y que ha generado un tipo de espectador que busca antes de la obra en sí, formarse una opinión sobre ella.

Con sus bemoles, Rocketman lo tiene todo para conmovernos. Hermosas canciones, dirección depurada, un protagonista suficientemente carismático y la venia de la industria. Elton John asegura su presencia en nuestro inconsciente colectivo por muchos años más, presentándose a sí mismo como el superhéroe, el “rocketman” que siempre ha sabido ser.

Nota comentarista: 7/10

Título original: Rocketman. Dirección: Dexter Fletcher. Guion: Lee Hall. Fotografía: George Richmond. Música: Elton John, Matthew Margeson. Reparto: Taron Egerton,  Jamie Bell, Richard Madden, Bryce Dallas Howard, Steven Mackintosh, Gemma Jones, Tom Bennett, Kit Connor, Stephen Graham, Matthew Illesley, Ophelia Lovibond, Charlotte Sharland,  Layton Williams, Bern Collaco, Ziad Abaza, Jamie Bacon, Kamil Lemieszewski, Israel Ruiz, Graham Fletcher-Cook. País: Reino Unido. Año: 2019. Duración: 121 min.