Mujercitas (2): El recorrido de un arquetipo feminista

Existe en este filme una expresividad que se plasma en lo corpóreo y en los procesos creativos de Jo, los cuales permiten una observación por encima del género de novela de crecimiento, aunque se siente esa progresión de llegada a la madurez. Mujercitas de Greta Gerwig se integra a un cine de mujeres más ligado a la emancipación feminista y a la crítica de un sistema cultural lleno de trabas, dada la exigencia a la que sus personajes están sujetos para que se muestren en una transformación que los desplaza desde sus espacios familiares hacia otro nuevo lugar.

La exteriorización de los afectos de la protagonista de este filme es la mayor evidencia de la aportación que hace Greta Gerwig a esta nueva versión del clásico estadounidense, Little Women (1868-1869), en la cual la producción artística del personaje central da forma a un feminismo trascendental. Christine de Lady Bird (2017), el primer largometraje de la directora, tiene la misma inspiración siendo adolescente, que la hace resistir a las desventajas que su entorno familiar y social le imponen ante el anhelo de desarrollarse como dramaturga. Propósitos de vida como este se repiten en la película en que Gerwig colaboró con el guión y protagonizó, Frances Ha, de Noah Baumbach (2012), y en la novela de Louisa May Alcott, en la cual Josephine parece una versión de la fierecilla domada de Shakespeare, pero con más derechos sociales ganados como la libertad de expresión. En este sentido, Frances Ha, Lady Bird y la última adaptación cinematográfica de Mujercitas comparten el arquetipo femenino de mujer que desobedece al canon social, puesto que tiene ideas claras sobre cómo vivir su propia vida.

Los rastros de la corporalidad de Jo quedan marcados de partida en la imagen, por ejemplo, la sonoridad del primer plano permite hacer uso del claroscuro y mostrar apenas su figura en sombras frente a una puerta iluminada, sin embargo, su respiración agitada aparece sobreimpuesta en la imagen. En la misma secuencia, luego de conversar con el editor de la revista, su nerviosismo se libera durante el plano donde aparece corriendo por la ciudad con un manifiesto sentimiento de alegría y goce, imagen que recuerda a una de las más memorables secuencias de Frances Ha. En ambos filmes las protagonistas recorren con un dinamismo conmovedor las tumultuosas calles de Nueva York, sin embargo, el plano de Jo no tiene banda sonora, en cambio, está acompañado por el sonido del golpe que hacen sus pies en el suelo, y el entorno está ambientado en la época en que Alcottt publicó por primera vez una novela con su verdadero nombre, haciendo eco de la historia de muchas escritoras que escondieron su verdadera identidad para publicar o estrenar obras.

En Mujercitas, las imágenes que evidencian la materialidad de los afectos de la protagonista, su personalidad radical y voluntariosa, más su interés en desarrollarse en una disciplina artística, se funden un entorno social bastante similar al de la familia March original de la novela, cuyo estatus social se encuentra en declive en relación a sus vecinos que habitan la mansión de la familia Laurence, pero con mejor suerte si se tiene en cuenta a la Sra. Hummel y sus hijos, quienes viven en una pequeña casa sin calefacción. La tensión entre estos tres estilos de vida se presenta sin aspavientos, las tres familias conviven sin mayor drama, sin embargo, es Beth, la menor de las hermanas March, quien padece tal disparidad desde su modo de ser introvertido y obediente, pero poco dado a la interacción con la alta sociedad. En cambio, sus hermanas Amy y Meg de distintas formas están más atentas a la gran norma de la feminidad victoriana: el matrimonio por sobre todos los demás aspectos de la vida.

El tratamiento temporal de esta adaptación provoca que ambas hermanas, Jo y Beth, parezcan dos puntas de un mismo cordel, por un lado, practican una disciplina artística -de hecho, cada una de las hermanas desarrolla una, con mayor y menor dificultad: Meg/interpretación dramática; Josephine/literatura; Beth/música y Amy/pintura al óleo-, sin embargo, Beth, la tímida pianista compensa la devoción por la música con un compromiso social heredado de sus padres, el que Jo también porta pero dentro de su personalidad extrovertida, llevada por ideales y sentimientos que la movilizan por el camino de la producción literaria y la docencia.

En esta adaptación los hechos del relato son bastante fieles al original, a pesar de que la linealidad temporal es distinta. Por ejemplo, hacia el final del filme se muestran los episodios en que Beth “la mejor de todas” se enferma de fiebre escarlata, entonces Jo la acompaña mientras duerme y la interpela a luchar por sanarse. Si bien estos hechos forman parte del relato original, se observa una diferencia entre el filme y la novela que está en el énfasis que añade Gerwig, a través del montaje, para dar más relieve a la relación entre estas hermanas. Por ejemplo, en la primera secuencia donde Jo despierta en el dormitorio de su hermana, ve que la cama está vacía, y corre con gran prisa a buscarla; entre varios planos rápidos y cortos se muestra uno de la mano de la protagonista que toma con fuerza el pasamanos de la escalera. Sólo ese pequeño plano grafica el ímpetu de Jo que agarra la madera como si fuera un trozo de Beth que está a punto de desvanecerse.

Existe en este filme una expresividad que se plasma en lo corpóreo y en los procesos creativos de Jo, los cuales permiten una observación por encima del género de novela de crecimiento, aunque se siente esa progresión de llegada a la madurez. Mujercitas de Greta Gerwig se integra a un cine de mujeres más ligado a la emancipación feminista y a la crítica de un sistema cultural lleno de trabas, dada la exigencia a la que sus personajes están sujetos para que se muestren en una transformación que los desplaza desde sus espacios familiares hacia otro nuevo lugar, en el cual construyen un puente desde el interior al exterior, lo personal a lo colectivo, y del deseo al movimiento, lo que en el caso de Jo termina por tomar forma en las secuencias de la producción de su libro y la implementación de la escuela administrada por la familia March.

 

Título original: Little Women. Dirección: Greta Gerwig. Guión: Greta Gerwig, Sarah Polley. Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Yorick Le Saux. Reparto: Meryl Streep, Saoirse Ronan, Timothée Chalamet, Emma Watson, Florence Pugh, Eliza Scanlen, Laura Dern, James Norton, Louis Garrel, Bob Odenkirk, Chris Cooper, Abby Quinn. Productora: Columbia Pictures. Distribuida por Sony Pictures Entertainment. Productor: Denise Di Novi, Amy Pascal, Robin Swicord, Arnon Milchan. País: Estados Unidos. Año: 2019. Duración: 134 min.