El menú: Coman, no degusten

El menú se toma de este impulso y sin duda se cartografía cerca de los trabajos de Jordan Peele. Se le suma a ello, un muy sólido manejo de la tensión, y particularmente, un juego permanente entre géneros como la comedia negra, la sátira social, el thriller y el terror, cortesía de Mark Mylod, Seth Reiss y Will Tracy (parte del equipo tras la exitosa serie de HBO Succesion).

Posiblemente sea el terror uno de los rubros industriales contemporáneos donde más se han podido deslizar propuestas autorales con un margen relevante de libertad e innovación en el género. Creo que, si digo A24 o nombres como Ari Aster, Jordan Peele, Alex Garland, Ti West, Robert Eggers, M. Night Shyamalan podemos reconocer casi un subgénero de la versión “arty” del terror contemporáneo. Y, quizás, dentro de ese grupo, Jordan Peele sea el que más ha sabido cosechar una variante alegórica respecto a la representación de conflictos sociales de una forma explícita en torno a ejes como el racismo, el poder o el mundo de los medios.

El menú se toma de este impulso y sin duda se cartografía cerca de los trabajos de Jordan Peele. Se le suma a ello, un muy sólido manejo de la tensión, y particularmente, un juego permanente entre géneros como la comedia negra, la sátira social, el thriller y el terror, cortesía de Mark Mylod, Seth Reiss y Will Tracy (parte del equipo tras la exitosa serie de HBO Succesion).

Vamos al argumento: un grupo de la elite social y económica asisten a un restaurant de lujo emplazado en medio de una isla. A quienes conozcan el mundo culinario de cerca, les resonará el culto al chef como estrella, así como el universo de la “comida molecular” o “deconstruida” como uno de los últimos inventos del mundo gourmet. Aquí se asiste a una cena con varias entradas y dos platos centrales en forma de degustación, mientras un estricto chef acompaña cada plato de unos cada vez más delirantes discursos. El lugar, a su vez, posee unas reglas de protocolo y una jerarquía sumamente estrictas, las que permean también a los clientes. Estos, a su vez, han pagado por “la experiencia” de esta particular forma de concebir la comida, que en este caso, supera con creces la mera alimentación: “no coman” dice el chef “degusten”.

Luego, está la divertida galería de personajes asistentes, un fresco de una elite social que asiste a estas instancias. La pareja principal, consiste en un “degustador fan” de chef y una cita que reemplaza a su ex mujer; un trío de ejecutivos de cuentas; un matrimonio aristocrático; un actor de Hollywood en decadencia en conflicto con su amante, una experta crítica culinaria, entre otros, cuyos perfiles reflejan la relación con ese tipo de instancias ¿verdadera degustación o mero status social?

Mención aparte, claro, el detalle de cada degustación, una aplicada y verosímil descripción de la comida “deconstruida”, a lo que se suma la intención narrativa del chef, la cual va creciendo, hasta empezar a torcerse a niveles absurdos. Desde aquí la película propone preguntas más o menos profundas, pero vinculadas a ¿cuál es el límite del gusto y del arte de la cocina? ¿cuánto influye en “la experiencia” de la degustación la propia performance de restaurantes de este tipo? Y, en definitiva ¿por qué nos sometemos a formas autoritarias en el universo gourmet?

El chef- por cierto, Ralph Fiennes- encuentra su perfecta antagonista en la invitada de piedra- Anya Taylor-Joy-, un personaje que descree de esta ficción culinaria, pero quien también mejor comprende las intenciones perversas del chef, acaso, una suerte de venganza que los pone a ambos al margen de la “ficción de clase” que se encuentra tras la cena de esa noche. Detrás de un sincero rechazo a este mundo de reglas gourmet, es la única que puede exponer, a la larga, la ficción paranoica del propio chef, así como rechazar ser una mera víctima de su dictadura del paladar.

Atrás de esto, y de los distintos sucesos que empiezan a ocurrir a lo largo de la noche, cada cual más traumático, la película pasa de la sátira al terror sádico, con una tensión in crescendo en el típico argumento “una locación, un tiempo definido, un grupo humano atrapado”.

El menú no es la primera ni la última ni un salto genial que vaya a romper con nada. Pero si es un ejemplo de un guion que funciona como reloj, un desarrollo de personajes interesantes, una mirada aguda a las elites sociales y el mundo gourmet, así como una relectura del thriller en versión absurda, que deja algo más que puro “salto en la butaca” o escenas gore a destajo.

 

Título original: The Menu. Dirección: Mark Mylod. Guion: Seth Reiss, Will Tracy. Fotografía:    Peter Deming. Montaje: Christopher Tellefsen. Música: Colin Stetson. Elenco: Anya Taylor-Joy, Nicholas Hoult, Ralph Fiennes, Hong Chau, John Leguizamo, Janet McTeer, Judith Light, Christina Brucato, Aimee Carrero, Paul Adelstein. País: Estados Unidos. Año: 2022. Duración: 107 min.