Avengers Infinity War (1): Promesas de guerra
El Marvel Cinematic Universe -MCU para los seguidores- se ha movido con insistencia y buenas cifras de recaudación en sala desde su primera entrega (Iron Man, 2008) basándose en la promesa permanente de entretención y muchas luces de colores para sus espectadores. Podemos tener ideas positivas o negativas alrededor esta saga, nacida a partir las historias de la casa editorial Marvel, pero la gigantesca y omnipresente maquinaria de esa industria cinematográfica parece no estar interesada en sus detractores. Las películas MCU son entretenimiento puro, autoconsciente de ello, y esa es la vara con la que se mide cada uno de sus filmes.
Considerando esto, los seguidores de este universo esperaban con impaciencia el estreno de Avengers: Infinity War, una película que amenazaba con ser “el crossover más ambicioso de Marvel” y que concentraría a todos los personajes que habíamos visto en las 18 entregas anteriores. ¿Podría funcionar una película/collage de dos horas y media para alrededor de 30 personajes distintos, en donde todos tuviesen una participación que le aportara sentido a la historia?
El argumento parece venir reverberando desde las primeras películas de la saga: el malvado Thanos (Josh Brolin) es una amenaza para el universo al estar en búsqueda de “Las gemas del infinito”, un conjunto de piedras que pueden manejar aspectos distintos de la existencia. Cuando Thanos logra comenzar a reunirlas, los Avengers, desde distintos frentes, combaten a las fuerzas súper poderosas del villano para impedir la destrucción del universo.
En Avengers: Infinity War los personajes están introducidos de antemano y con ese conocimiento todo es acción y grandes coreografías. Las motivaciones de los personajes ya no nos importan -en estricto rigor, ya las conocemos- porque los directores Joseph y Anthony Russo confían en que su público los amará tras todos estos años de entrenamiento cinéfilo en superhéroes, sin pedirles cosas a cambio. Desde ahí, cuentan con carta blanca para desplegar a su villano a todas sus anchas y centrar su filme casi exclusivamente en el desarrollo de éste, decisión que termina siendo lo más rescatable de la película.
Thanos es un personaje construido a partir de sus propias motivaciones, las que quedan explicadas desde el primer minuto de la película. Su antagonismo va mucho más allá de nuestros héroes, y por eso, no sólo está relacionado con ellos, sino que se plantea como una amenaza real. Los Avengers terminan siendo simples sujetos que se cruzan en su camino. Avengers: Infinity War viene a ser la película de presentación de este personaje, tal como antes cada uno de los superhéroes tuvo su momento.
Estamos claros que por lejos, la motivación de Marvel Studios es la recaudación de entradas y la venta de figuritas animadas a la salida del cine. Sin embargo, en este caso, los Russo también logran instalar algunos momentos, chispazos visuales en los que sentimos que hay algo de interés por el trabajo cinematográfico que están realizando, usando elementos narrativos que cohesionan la historia que están llevando a cabo. No por nada, los Russo son los responsables de Capitán América y el Soldado del invierno (2014), probablemente la película más madura e interesante de este universo. Si bien en esta ocasión no se alcanzan los niveles de esa propuesta, hay algo más de interés por generar una película atractiva y bien armada. Los últimos intentos del universo Marvel, contratando a Taika Waititi y Ryan Coogler para Thor: Ragnarok (2017) y Black Panther (2018) respectivamente, directores que están comenzando a recorrer su camino autoral, nos hablan también de un giro que están buscando estas sagas.
Con todo, la película exige que sus espectadores mantengan la fidelidad. Los momentos de tensión, grandes quiebres y el magno final que se presenta, requiere de espectadores comprometidos, emocionados al máximo, con una carga que responde en su totalidad a experiencias anteriores. Los hermanos Russo se la juegan por el interés ganado antes por los personajes. Pero, sin ese bagaje es muy poco probable que esos momentos funcionen.
Si hay algo que Marvel ha logrado desarrollar es esa fidelidad. De hecho, un sector de su fanaticada ha crecido y madurado durante diez años viendo películas de este tipo, provocando el ascenso de un nuevo género y una nueva forma de hacer cine de acción. Sus espectadores irán volviéndose cada vez más exigentes -es lo que naturalmente sucede- y desde ahí, esperamos que el MCU esté a la altura de las circunstancias. Hasta ahora ha respondido a lo que se le exige. Veremos cómo lo harán cuando los espectadores se quejen.
Nota comentarista: 6/10
Título original: Avengers: Infinity War. Dirección: Anthony Russo, Joe Russo. Guión: Christopher Markus, Stephen McFeely. Fotografía: Trent Opaloch. Música: Alan Silvestri. Reparto: Robert Downey Jr., Chris Hemsworth, Benedict Cumberbatch, Chris Evans, Mark Ruffalo, Scarlett Johansson, Chris Pratt, Tom Holland, Josh Brolin, Elizabeth Olsen, Chadwick Boseman, Pom Klementieff, Terry Notary, Dave Bautista, Karen Gillan, Tessa Thompson, Zoe Saldana, Gwyneth Paltrow, Tom Hiddleston, Cobie Smulders, Paul Bettany, Sebastian Stan, Peter Dinklage, Samuel L. Jackson, Benicio del Toro, Danai Gurira, Benedict Wong, Anthony Mackie, Don Cheadle, Idris Elba, Vin Diesel, Bradley Cooper, William Hurt, Stan Lee. País: Estados Unidos. Año: 2018. Duración: 156 min.