La invención & la herencia (1): Esto no ha terminado
Pues he aquí la invitación de esta sección nueva y permanente en el blog: una invitación a “no volver a la normalidad”, acusando recibo del impacto del movimiento en nuestras prácticas inmediatas y vinculadas al sector audiovisual. Buscamos abrir el registro a crónicas, relatos, reflexiones, puntos de vista, críticas que apunten a una articulación del sector audiovisual a mediano plazo.
Dos imágenes. No debo ser al único al que las imágenes se le agolpan en medio de sentimientos y emociones encontradas, de esas que mezclan la ira y la alegría extremas, en una imposible composición de un discurso unificado. Quien se hubiese ido el día viernes 18 de Octubre del país y hubiese vuelto el 25 del mismo mes no podría explicarse como una protesta de un grupo de estudiantes por una tarifa del metro terminó en la mayor manifestación realizada en democracia. Si esa misma persona hubiese querido recopilar información viendo discursos del presidente, se habría encontrado con frases tan contradictorias como “estamos en guerra” a un “les pido perdón”, escarbando un poco más se habría encontrado con cosas como un templado militar al mando del país en toque de queda, un abogado constitucionalista hablando de un estado de excepción dentro de la excepción, una primera dama hablando de invasiones alienígenas o una postal ministro del interior sonriendo en la cámara de diputados mientras se le encaran las primeras muertes del actuar militar y policial, mientras otra diputada rompía las fotografías. Todo esto es difícil de organizar en un relato con sentido, pero no así dos tipos de imágenes extremas que se agolpan con insistencia en mi memoria reciente: la imagen de una masa social tomándose el monumento de plaza Italia en medio de gases lacrimógenos (como una cita reciclada de Delacroix) y una serie de imágenes grabadas por lo general desde celular donde el actuar policial se ensañaba con golpes, balazos y abusos de diverso tipo, registros precarios difundidos en medios de comunicación alternativos. Una de una luminosidad extrema, las otras, negras como el duelo de un país.
Hoy, domingo 27, ante la intentona gubernamental y mediática por “cerrar” la protesta mediante un “Chile despertó” y un “hemos comprendido”, mientras imágenes más o menos consensuales de los últimos días se repetían sin cesar (militares compartiendo amistosamente con los manifestantes, un grupo de progresistas vestidos de blanco sentándose a conversar con el presidente mientras los militares salían con tanques a la calle, o un grupo de “chalecos amarillos” limpiaban la calle después del “caos” de los manifestantes), la clase política sigue anonadada sin decidir su próximo paso y las movilizaciones no se han detenido.
El toque de queda ampliado durante una semana a lo largo del país no solo despertó el fantasma de la dictadura presente en los huesos de toda una generación, sino que también dio pie a sus peores acciones represivas. Hablamos de abierto asesinato (15 personas y sumando), más de 1.000 personas heridas y 3.000 detenidas en lo que va de la semana (cifras oficiales del Instituto Nacional de Derechos Humanos), cientos de denuncias por torturas y abusos, varias personas desaparecidas, tiñen de negro a la institución militar y policial, con un solo responsable político: el actual presidente Sebastián Piñera.
Parte de lo que se debate hoy en todos lados se vincula a las dos imágenes extremas comentadas. Por un lado: una nueva constitución que rompa con la actual proveniente de dictadura. Por otro: acusación constitucional contra Piñera por haber avalado el terrorismo de estado en plena democracia.
Contraimágenes. Podemos preguntarnos "¿y qué pasa con el cine?". Los cines se encuentran cerrados hace más de una semana, se aplazaron o suspendieron los estrenos nacionales previstos y dos festivales de cine (D´Art y Excéntrico) se suspendieron hasta nuevo aviso. Desde otro ángulo, un grupo pequeño del sector audiovisual -particularmente ADOC- ha enfatizado la crítica al tratamiento televisivo de los hechos, cuestionando la criminalización mediática del movimiento social, así como el ocultamiento de los distintos excesos que ocurrieron los primeros días, situación que, más o menos, dio un vuelco en los días siguientes.
Han salido algunas noticias de dos colectivos nuevos emergentes -Imagen de Chile y Registro Callejero- en plena actividad de registro de los sucesos acaecidos esta semana. Estos dos se suman a la reactivación de MAFI, quienes en su cuenta de Instagram reactivaron sus memorables planos durante estos agitados días, y una serie de “pantallazos” de la Escuela Popular de Cine, donde proyectaron esta serie de trabajos sobre la contingencia, denunciando abusos de violencia y montajes policiales (la lista aquí), vinculando su trabajo al reciclaje y la contra-información, desmontando las versiones oficiales. Un llamado similar al que ha tenido recientemente el colectivo CAOSGERMEN, “Ya no basta con grabar”, que invita al reciclaje de archivos en el marco de una “saturación” de imágenes. En los recientes días han estado posteando desde sus redes sociales una serie de materiales que reciclan desde un ángulo que combina el agit-prop con la experimentación visual. Con todo, estos gestos “germinales” nos invitan a pensar sobre el posible rol que va a tener el audiovisual en una proceso político que no será a corto plazo. Mientras los medios oficiales siguen componiendo una versión favorable al gobierno (y al poder económico), teniendo un rol activo incluso en los diversos intentos de montaje que han ocurrido estos días, medios alternativos como Radio Villa Francia o Piensa Prensa difunden videos denunciando la situación de abuso y chantaje. ¿Será el rol del audiovisual sólo la contraponer una versión versus otra? ¿Es posible pensar aquí un rol posible del audiovisual en la construcción de un proyecto político a largo plazo, favorable a una alternativa social, demandada por el propio movimiento? ¿Qué pasos seguir?
Pues he aquí la invitación de esta sección nueva y permanente en el blog: una invitación a “no volver a la normalidad”, acusando recibo del impacto del movimiento en nuestras prácticas inmediatas y vinculadas al sector audiovisual. Buscamos abrir el registro a crónicas, relatos, reflexiones, puntos de vista, críticas que apunten a una articulación del sector audiovisual a mediano plazo.
La “invención” & la “herencia”, inspirada en unos viejos cuadernos de Arcis, busca pensar lo que se inventa como momento y presente, versus la herencia de las tradiciones intelectuales que se han constituído en la base histórica de la izquierda. Será la oportunidad de construir un discurso libre, sin ataduras instrumentales o de marketing, para avizorar un horizonte de experiencia común. Esperamos, junto con este espacio, ir retomando nuestra actividad de crítica de cine, acompañando así las tareas centrales que nos convocan en una discusión urgente sobre las condiciones actuales de nuestro presente.