Mrs America: La mujer como obstáculo del feminismo
La ultraconservadora Phyllis Schlafly es la protagonista de esta miniserie que nos devuelve a las raíces del movimiento feminista, y grafica cómo éste ha tenido que bregar con enemigos en su mismo género. A pesar de no ser una figura muy conocida, la influencia de esta mujer todavía se deja sentir en la retórica de la derecha norteamericana, casi medio siglo después de su período de más dañina actividad.
La llamada “segunda ola feminista”, de comienzos de los ’70, se topó con un grupo de mujeres que no querían dar pasos hacia la igualdad y lucharían para defender ese rol tradicional en la sociedad. El estereotipo es conocido: mujeres casadas, blancas, algunas no con muchos estudios pero sí con objetivos, el de ser un bastión de mando en el hogar, determinar la vida de los hijos y brindar obediencia al marido. En el grupo opuesto estaban Gloria Steinem, Shirley Chisholm y Betty Friedan, las que son encarnadas por Rose Byrne, Uzo Aduba y Tracey Ullman en la miniserie de HBO, que ayuda a comprender la complejidad de los cambios y cuánto toma la gestación de un cambio. “¿Soy la única cansada de esperar?”, bien lo sabe el feminismo desde el siglo XVIII, cuando dio sus primeros pasos.
El guion de Mrs America aborda casi una década en nueve capítulos, y en los últimos dos repasa, con exacerbada velocidad, acontecimientos claves de esta lucha por la aprobación del ERA (enmienda de igualdad de derechos), al tiempo que algunas confianzas en el círculo de hierro de Phyllis Schlafly, se iban dañando. Por el contrario, los primeros episodios dedican bastante tiempo a presentarnos el carácter, personalidad y objetivos de Schlafly, una mujer que dedicó su energía y perversa locuacidad a ir en contra del movimiento de liberación de la mujer que, según ella, minaba a las dueñas de casa y ponía en peligro a la familia. Ella es el ojo del huracán en esta serie, creación de Dahvi Waller (antigua guionista de Mad Men), cuya estructura nos muestra los caminos, en paralelo, de la revolución feminista y la resistencia liderada por Schlafly. Caminos paralelos, pero ¿dignos del mismo trato? En ese intento por equilibrar los puntos de vista y de comprender a su antiheroína, Waller cae en ambivalencias discutibles, lo que se aprecia también en la forma de filmar de Anna Boden y Ryan Fleck (Capitana Marvel, 2019), quienes ruedan las escenas de Phyllis de manera académica, con tomas geométricas y con ella casi siempre en el centro del plano. En cambio las escenas del ámbito feminista se capturan con una cámara más libre, con más movimiento y poniendo atención a los gestos, los que claramente denotan diferencias de opinión dentro del grupo; también se perciben más colores y volatilidad en las tomas.
La protagonista es Cate Blanchett, en su primer rol de importancia para la televisión. Ella se pone en la figura de Schlafly, imprimiéndole un carisma impositivo poderoso. Su mirada mata y su sonrisa amenaza, pero no a los hombres, los que, por esos días, gritaban sin contemplaciones su misoginia. Su opuesto en la miniserie es la periodista Gloria Steinem (el mejor papel de Rose Byrne en años), quien organiza, escribe y dirige el grupo de feministas junto a la política Shirley Chisholm, primera mujer afroamericana elegida para el Congreso, y la teórica Betty Friedan, autora del famoso libro La mística de la feminidad (1963), y que había sido fuente de inspiración para la generación de Steinem. Ambas tienen diferencias colosales que al ser recreadas en los mejores diálogos del guion sugieren que, a esas alturas de la lucha, la diferencia de edad era un factor preponderante en cómo se miraba el movimiento y cuáles estrategias eran las adecuadas para lograr victorias concretas. El elemento etario no se aprecia como problema en el segmento conservador, ya que las más jóvenes obedecían a Schlafly sin enfrentar posturas, y las pocas veces que lo hacían no eran consideradas.
Internamente, cada grupo es mostrado en su dinámica de convivencia y en el desarrollo de sus estrategias para llegar a los políticos y convencerlos de apoyar sus demandas. En la esfera externa ambos grupos sufrían reveses, principalmente a causa de los hombres, algo que viven los dos personajes principales: en una reunión con un senador, Schlafly tuvo que defender sus argumentos y hacer el acta del encuentro, en una escena que resulta una acertada pincelada sobre cómo han debido darse los pasos en la lucha por la igualdad. O, en el caso de Steinem, cuando consigue convencer a uno de los congresistas demócratas para que incluya parte de sus peticiones en su programa (que las mujeres puedan tener control sobre su propio cuerpo) obtiene como respuesta “No puedes tener todo lo que quieres”.
La ambientación de la miniserie es magnífica, la intro es espectacular y las actuaciones están a la altura. Con un equipo prácticamente femenino detrás de cámara, la postura del guion es neutral al estructurar los episodios en base a cada una de las mujeres que fueron importantes en ese momento del feminismo y antifeminismo. Considerando la actualidad, sobre todo la estadounidense, donde el movimiento feminista se ha revitalizado, pero también están al alza los grupos supremacistas, esta miniserie ha sido un interesante ejercicio de revisión histórica de la ultraderecha y su discurso, basado en tergiversaciones y, directamente, mentiras. Esta influencia continúa hasta hoy y es uno de los grandes aciertos de esta propuesta. El otro, es mostrar que, al final, ninguna de estas mujeres consiguió absolutamente lo que quería, incluso Schlafly, cuya radicalidad se volvió su enemiga y logró que el presidente Reagan buscara a una conservadora más diplomática para el cargo que ella soñaba.
Mrs America es disfrutable, entretenida, con personajes que debiéramos conocer y con interpretaciones que dan muy bien con el perfil. Sin embargo, la lucha feminista es una temática ambiciosa y la narración se percibe muy reduccionista al hacer una descripción de esta pelea por el ERA en diez años y correr demasiado en los últimos episodios. Sí es claro que en este cierre no hubo ganadoras y, aunque reluce, la miniserie no da todo el brillo que nos hubiera gustado.
Título original: Mrs. America. Episodios: 9. Dirección: Anna Boden, Ryan Fleck. Guion: Dahvi Waller. Reparto: Cate Blanchett, Uzo Aduba, Elizabeth Banks, Rose Byrne, Tracey Ullman. Año: 2020. País: Estados Unidos.