INFORME XVI BAFICI (2): trayectos, ensayos, retrospectivas

Ciudades y trenes

Dos filmes a su manera se interrogan sobre otras dimensiones de la experiencia contemporánea: la alienación de las grandes ciudades. Homem das Multidões  (Cao Guimarães y Marcelo Gomes, Brasil) es un filme de ficción co-dirigido por dos señeros del cine brasilero que se encuentran trabajando en áreas vinculadas a la experimentación y la no-ficción (de Cao vimos retrospectiva en pasado Fidocs y tuve la suerte de entrevistarlo).  Aquí, el trabajo en conjunto produce una síntesis interesante: inspirados en el clásico de Edgar Allan Poe asistimos a la relación entre dos personajes que trabajan en las líneas del metro subsumidos en la metrópolis de Belo Horizonte; ambos son seres incomunicados, él, en una condición de precariedad y auto-abandono, ella perdida en las redes sociales sin vínculos verdaderos. Con algo de bosquejo a nivel de construcción de personajes, la película encuentra su fortaleza en el tratamiento visual y sonoro: un recorte en todo el cuadro establece una línea de composición vertical que junto con el fuera de campo remarca la sensación de claustrofobia, la luz y el color de toda la imagen matiza en su des-lavamiento, y en más de una ocasión se pasa de un realismo casi documental a un simbolismo compositivo; los ruidos se mezclan con música y los detalles sonoros de la ciudad afloran por doquier en todo el filme.

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Gare du nord se promocionaba junto a Geographie humaine, ambos filmes de la destacada cineasta Claire Simon, la primera una ficción y la segunda un documental sobre la mayor estación de trenes de Europa. De ambas pude ver solo la ficción Gare du nord y es brillante: un filme río que tiene por protagonistas a Ismaël (un joven tesista que se encuentra haciendo una encuesta a quienes transitan diariamiente por la estación) y Mathilde (una profesora de Historia), ambos se conocen un día en la estación y quedan de encontrarse durante los días siguientes en lugares determinados de la Estación. El filme los sigue en sus encuentros y desencuentros , pero Simon abre la situación de los personajes a la interacción permanente de su entorno, pasando del estudio etnográfico al drama amoroso, e integrando nuevos personajes como Sacha (una agente inmobiliaria con su familia viviendo lejos) y Joan (un hombre que desesperado busca a su hija); el submundo de este universo está cruzado por los trayectos y el azar, así también, por la idea de cierta alienación y soledad en todos ellos, el desgarro de las distancias, las pérdidas, los dolores personales o una vida frustrada. Gare du nord se transforma así en un espacio simbólico, no lugar de tránsito que a su vez está cruzado por las microhistorias, las identidades migrantes y nómades donde Simon apuesta por la posibilidad del encuentro entre dos desconocidos, el filme es una coreografía de cuerpos y voces en el medio del caos urbano.

Godard, Cozarinksy, Nick Cave

Yendo hacia algunos filmes esperados… antes que nada del filme 3x3D compuesto por tres cortometrajes de Peter Greenaway, Edgar Pera y Jean-Luc Godard y de los que solo vale la pena el de Godard Les trois desastres.  

3X3D es un trabajo por encargo para homenajear la ciudad de Guimarães como capital cultural europea del 2012.  Al parecer junto con ello el desafío era pensar el 3D y su relación con el cine. Donde Greenaway se vuelve institucional, con un tratamiento más ligado al diseño visual que el cine, y donde Pêra teatraliza y estira hasta el absurdo una dimensión histérica a la vez que ilustrativa de su discurso, Godard utiliza el 3d de tal forma que no enfatiza ni su dimensión espacial y posibilidad textual (Greenaway)  ni dramatizando su estiramiento en pantalla (Pêra),  si no que ubicando su ejercicio en el marco de una reflexión más amplia sobre el cine, en la línea de las Histoire(s) sí, pero a la vez adhiriendo a esto la capa conflictiva de la condición imagen del 3d.  Respecto a esto, Godard cuestiona la historia progresiva de su técnica y se  interroga por su condición espacio-temporal. Digamoslo así: el problema de Godard es el cine, la forma cine, su historicidad y aún su persistencia, es desde aquí que puede pensarse la condición material de su imagen llevando siempre esta reflexión a una dimensión filosófica y ética, es así como la idea de una supuesta “libertad” emancipatoria de la técnica es cuestionable (“lo digital terminará convirtiéndose en una dictadura”), o que en  relación a los ceros y unos de la imagen digital nos lleve a pensar una dimensión negativa  para vincularlo a la deuda, a la condición espectral de la imagen y la política.  Ensayo, superposición de imágenes, regímenes y tiempos cinematográficos… la forma-cine de Godard sale ganando confrontando el futuro sin optimismo, pero anunciando ya su “adiós al lenguaje”. 15 minutos de gloria.

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Forma ensayo que también toma Cozarinsky con Carta a un padre un ejercicio de precisión que va de lo novelesco a lo biográfico y luego a lo histórico, Aquí se reconstruye la historia de su padre pero así también la historia de las colonias judías a fines del siglo XIX en Entre Rios. Arqueólogo, Cozarisnky se queda también con los rastros materiales, las cartas, los archivos fotográficos, los rastros dejados por esas historias humanas en todos los rincones del pueblo. Del lado del ensayo, también, Rohmer in Paris (Richard Misek) no mucho más que una oda sobre-afectada a la obra de Eric Rohmer con algunos buenos apuntes sobre la ciudad y los trayectos en sus filmes.

De 20.000 days on earth (Iain Forsyth y Jane Pollard) se ha escrito un montón en los recientes días y la sala estaba de Caballito estaba repleta a más no poder, eso habla un poco de la expectativa que había en torno a este documental del cantante australiano Nick Cave. Es cierto que tiene algo de misa este documental, celebración para quienes gustamos del músico, e indiferencia para otro lote. En lo concreto: es un documental sobre Nick Cave que contó con la gracia de su guionización  e interpretación (Cave como personaje de sí mismo), repasando hitos de su historia, así como su trabajo como compositor. Con mucho de puesta en escena y con el magnetismo (y megalomanía) del señor Nick, cierra con una presentación magistral que enciende hasta al espectador más distanciado.

Retrospectivas: Uri Zohar y Rita Azevedo

Ya cerrando, las dos retrospectivas de las que pude ver algo. La de Uri Zohar, cineasta israelí perteneciente a la “nueva ola”  de su país, movimiento llamado “la nueva sensibilidad” según nos contó Ariel Schweitzer, crítico que venía acompañando y presentando la muestra. De esta pudimos ver A hole in the moon (1965) filme libre sobre dos cineastas sionistas que parecieran querer instalar una industria cinematográfica. Los dardos de Zohar apuntan al cine sionista de propaganda y al cine comercial hollywoodense en una sátira desquiciada que toma mucho del cine directo, del slapstick y el humor dadaísta.

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Por otro lado Peeping toms (1972) es la primera parte de una trilogía, aquí se trata de un grupo de personajes- todos medios hippies- que viven en la playa. La protagoniza el propio Uri Zohar y refleja las relaciones humanas en el marco de la crisis moral y de identidad de los jóvenes israelis de la época, centrándose sobre todo en la dificultad de comunicación y de establecer relaciones amorosas. Es a su vez un retrato del machismo y de la relación desigual entre hombres/mujeres esto bajo cierto influjo de liberación sexual donde el poder se vuelve siempre un ítem que adquiere forma de manipulación. Vacío, apatía, cierta desolación en este filme de Zohar.

Bueno, y la gran favorita fue la retrospectiva de la portuguesa Rita Azevedo Gomes, un verdadero descubrimiento del festival, compañera de generación de Joaquim Pinto,  Victor Gonçalves, entre otros realizadores que empezaron a filmar hacia fines de la década del ochenta. Influenciada claramente por Manoel de Oliveira, lo que pudimos ver de su cine- desgraciadamente no alcanzamos a Frágil como o mundo (2001)- se trata de una obra profundamente poética, donde la palabra hablada y leída cumple un rol central y los tiempos de la imagen constituyen un universo simbolista lleno de saudade y misterio.

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O som da terra a tremer (1990) es su primera película, un tanto opaca y errática en las búsquedas y por lo que nos enteramos después, cruzada por varias tragedias, entre ellas dos muertes de actores antes y después de la película. Es a la vez un primer filme que tiene la cualidad de crear un mundo propio y un intento de vincular imagen y lirismo, primero, cargado hacia la palabra, luego de lo cual el filme empieza a silenciarse. Este proceso de introspección está llevado por la historia de un escritor que no termina por decidirse a vivir una relación amorosa, mientras escribe una historia- al parecer autobiográfica- de un encuentro entre dos personajes. A Colecção Invisível (2007) es un cortometraje basado en un relato de Stefan Zweig sobre un coleccionista de grabados que se ha vuelto loco e imagina en su senilidad imágenes que ya no existen. La ausencia y la memoria, el espacio imaginario de un filme que se también posee su doblez en un vacío melancólico y que a su vez es una bella reflexión sobre el fuera de campo. Ambos filmes tienen un detalle interesante que es la participación de João Pedro Bénard da Costa (alias Duarte de Almeida) cinéfilo y subdirector durante años de la cinemateca portuguesa.

Iván Pinto Veas