Dos años después de la exhibición de Sunset Song en el Festival de Cine UC, la 42° edición del encuentro universitario volvió a programar al director inglés Terence Davies con Una serena pasión, una biopic sobre la poetisa norteamericana Emily Dickinson (1830-1886) que hace de sus poemas la base narrativa del relato. Tanto en este filme como en el anterior, las protagonistas son mujeres que sufren el rigor de los tiempos que les toca vivir y que Davies retrata con su académica y minuciosa mirada: en Sunset Song, Chris Guthrie ve ahogados sus intentos por cultivarse y estudiar por el mandato conservador de un autoritario padre y debe enfrentar el drama de la Primera Guerra Mundial. En su más reciente entrega, no es la figura paterna el principal obstáculo que enfrenta la poetisa Emily Dickinson (que en este caso es cariñoso y la impulsa en su creación poética), sino la incomprensión de su época, que hace que su reconocimiento como una poeta fundamental sólo llegue en forma póstuma.

Una de las pocas veces que Emily publicó en vida sus poemas en una revista literaria, el editor no escribió su nombre (los puso como anónimo) y cambió los signos de puntuación para adaptarlos a las convenciones de la época, una ofensa a la  propuesta literaria de la poetisa opuesta a los formalismos. Se reveló frente al rol pasivo de la mujer y al puritanismo religioso, justamente porque era meticulosa en cuidar la independencia de su alma. El ejercicio de la escritura para Dickinson fue a la vez una forma de sublimación y enaltecimiento, como una experiencia amarga y dolorosa, vinculada inevitablemente a la melancolía, el tormento y a la oscuridad del encierro en el que decidió resguardarse de la enfermedad y la incomprensión, a los que la llevó su serena e intensa pasión.

Otro de los realizadores al cual el Festival de Cine UC le viene siguiendo el rastro desde ediciones anteriores es el coreano Hong Sang-soo, del cual se exhibió Yourself and Yours el año pasado, Right Now un año antes y On the Beach at Nigth Alone en esta edición. La atracción natural que genera el tinte autobiográfico de la película, que tiene su símil con la historia de amor entre Hong Sang-soo y la actriz de sus películas Kim Min-hee, se va transformando en empatía con el dolor de Younghee (la protagonista) por la imposibilidad de una relación con un director de cine casado, que casi puede sentirse en su cuerpo tendido en la arena, resignado frente al desamor.

También autobiográfica es la película que se exhibió en el 40° Festival de Cine UC Tres recuerdos de juventud, del director francés Arnaud Desplechin, y su último film Ismael’s Ghosts, que fue parte de los estrenos de este año y con el que se inauguró el último Festival de Cannes. Expresión del cine dentro del cine, Ismael es un director que se enfrenta a la reaparición de su exesposa Carlotta, que vuelve después de 20 años de que se le creyera muerta y cuando el protagonista había superado la pérdida y ya tenía una nueva pareja.

Si de experiencias fallidas se trata, la protagonista de Thirst Street, de Nathan Silver, la azafata norteamericana Gilda, tiene mucho que decir: su obsesión por el francés Jerome, por el cual cambia su residencia a París e inventa un romance irreal a partir de un encuentro sexual casual, da cuenta de los estragos que puede causar el ideal de amor romántico en algunas mujeres. Si en una primera aproximación el afán de Gilda por el desconocido parisino que trabaja en una boite podría explicarse por su fragilidad tras el suicidio de su anterior novio, luego adquiere rasgos patológicos que más la acercan a la locura que al amor de pareja.

En Pin Cushion de Deborah Haywood, cuando la hija adolescente de una mujer jorobada y retrasada llega a un nuevo pueblo con su madre, se obnubila con los cuentos de hadas y se integra al grupo de las populares de la escuela, a costa de mantener a su progenitora escondida. Pero la discriminación y el rechazo irán destruyendo sus fantasías de brillantina y colores pastel. Los sueños no se convierten en realidad.

Ausencia y recuerdos

En un registro diferente, la película argentina de Milagros Mumenthaler, La idea de un lago, también habla de amor, pero del que una hija siente por la figura de un padre que ya no está presente. Por eso no es casual que Inés, la protagonista, edite un libro de fotografías sobre su niñez durante sus vacaciones familiares en Angostura y los recuerdos con su padre (detenido desaparecido desde 1977), y decida hacerse las pruebas de sangre para buscar su cuerpo, justo durante su primer embarazo. La espera de su hijo/a -con cuyo padre está en proceso de separación- la hace revisitar su propia infancia en el lago junto a su padre, con el cual sólo tiene una foto de ambos en los parajes del sur argentino. Escenario de juegos infantiles, el principal alimentador de su memoria y de su imaginación, es en el lago donde se desarrolla la lúdica escena en que Inés de niña juega y nada con una vieja renoleta verde con la viajaban con su familia a la Patagonia, que encarna la libre figura de su padre. Tan libre como la adaptación del libro de poemas y fotos de Guadalupe Gaona “Pozo de aire” que en esta película hace la directora Milagros Mumenthaler, quien anteriormente ganó el Leopardo de oro en Locarno con su ópera prima Abrir puertas.

Dos niños de 14 años son los protagonistas de la penúltima película del director alemán con ascendencia turca Fatih Akin, Goodbye Berlin, que es anterior a la premiada In the fade, que se estrenó en Chile en Sanfic. Aunque Goodbye Berlin es un road movie fresco y en clave juvenil, en ambas entregas Akin se enfrenta a la discriminación racial y al desigual acceso a la justicia, tópicos presentes en su filmografía. Si bien Maik y su compañero ruso son de estratos sociales diferentes, ninguno de los dos se siente integrado al curso escolar y emprenden un liberador e iniciático viaje en auto fuera de la ciudad.

En la película francesa L’Atelier de Laurent Cantet, las diferencias raciales, políticas, socioculturaes y existenciales de los jóvenes que asisten a un taller de escritura dirigido por una famosa escritora van dejando en evidencia en el trabajo grupal que deben emprender, la enormes fracturas y prejuicios que dividen a la Francia actual, cruzada por la desconfianza hacia los musulmanes y el surgimiento de grupos nacionalistas.

Los jóvenes en el caso de la película de Serge Bozon, Madame Hyde, no prestan atención a la clase de su profesora de física (Isabelle Huppert), hasta que un accidente en el laboratorio le ofrece nuevas oportunidades de comunicarse con sus alumnos, especialmente con el conflictivo Malik, pero también la convierte en un peligro, con una doble personalidad como Jeckyll y Hyde.

Joven también es la pareja de lituanos que acepta la solicitud que les hace un amigo de llevar cargamento humanitario hasta Ucrania, en la película Frost, de Sharunas Bartas. La crueldad de la guerra entre ucranianos y separatistas pro rusos no parece ser un motivo de preocupación para Rocka, al aceptar conducir la van con ayuda para los soldados. ¿Qué motiva a Rocka a seguir con la arriesgada empresa, a pesar que los contactos en su travesía no le dan el apoyo prometido? El joven lituano insiste en adentrarse en la zona de conflicto, como poseído por una perversa curiosidad de ver la guerra y oler la muerte, como si ella fuera una locación para sacar fotos con su celular o un tema para debatir entre copas con los círculos de ayuda humanitaria o con los soldados que analizan hasta dónde se puede llegar por amor a la patria.

Un cuestionamiento a la verdad judicial, a las estrategias jurídicas, la libertad y las segundas oportunidades, encontramos en la película japonesa The Third Murder de Hirokazu Koreeda, donde un abogado defensor comenzará a dudar del testimonio de su defendido acusado de asesinato y condenado a la pena de muerte, el mismo que había sido indultado por su padre años atrás cuando éste era juez. Aunque ha sido condenado por la justicia, el acusado finalmente es el que juzga el actuar de personas que considera que jamás debieron haber nacido.

La Directiva, de Lorena Giachino, fue la única película chilena incluida en los estrenos del Festival de Cine UC, que es un documental sobre la renovación de la dirigencia de la Federación de Árbitros de Fútbol Amateur, que retrata los esfuerzos por mantener un espacio comunitario con escasos recursos y una dinámica propia de organización.