Informe 14º Muestra Cine+Video Indígena: Pueblos en resistencia
La programación de la 14ª versión Muestra Cine+Video Indígena -disponible online desde el 25 de agosto al 7 de septiembre- incluye el trabajo de realizadores y realizadoras indígenas y no indígenas donde destacan aquéllos sobre pueblos indígenas que habitan el territorio chileno y latinoamericano. La muestra incluye más de 70 obras (largometrajes, cortometrajes e híbridos) y se dividió en distintas secciones temáticas: “Resistencia”, “Mujeres indígenas”, “Derechos Humanos”, “Identidad”, “Medio Ambiente”, “Educación”, “Territorios” y una selección especial para niños y niñas. La línea curatorial de esta edición ha puesto énfasis en la reflexión sobre la resistencia (cultural, pero también económica y política) de los pueblos y las diversas maneras en que los y las sujetos indígenas están resignificando su posición en el mundo.
“Nuestro principio motor fue siempre la devolución de la imagen, ser una caja de resonancia de un discurso de resistencia cultural” comenta el antropólogo y documentalista Vincent Carelli sobre el proyecto Video nas Aldeias (VNA), en su charla en la Muestra Cine+Video Indígena el 30 de agosto de 2020. Las palabras del invitado resuenan como parte del espíritu de esta muestra que, desde 2005, se ha planteado difundir la producción audiovisual indígena, buscando fortalecer y preservar el patrimonio, historia e identidad de los pueblos originarios. Como ha sido el caso de todos los festivales y muestras de cine chilenos desde marzo de este año, la muestra se trasladó a una plataforma online (https://biblioquinoa.com/colecciones/mucivi/). Si bien esta virtualización no nos permite vivir la experiencia cinematográfica de “ver juntos”, la situación ha permitido hacer accesibles películas que suelen tener una circulación relativamente limitada, lo que es particularmente relevante para casos de muestras como ésta, que tienden a invisibilizarse respecto a festivales de cine de mayor alcance.
La programación de esta 14ª versión está disponible online desde el 25 de agosto al 7 de septiembre de 2020 e incluye el trabajo de realizadores y realizadoras indígenas y no indígenas sobre pueblos originarios de todas partes del mundo, donde destacan aquéllos sobre pueblos indígenas que habitan el territorio chileno y latinoamericano. La muestra incluye más de 70 obras (largometrajes, cortometrajes e híbridos) que abordan temáticas e historias propias de los pueblos Aymara, Awa, Chinanteco, Embera, Guaraní, Kawesqar, Mapuche, Maya, Nahua, Rapa nui, Quechua, Selk’nam, Shipibo-conibo, Terraba, Yanomami y Zapoteco, entre otros. Este año, la programación se dividió en distintas secciones temáticas: “Resistencia”, “Mujeres indígenas”, “Derechos Humanos”, “Identidad”, “Medio Ambiente”, “Educación” y “Territorios”, además de una selección especial para niños y niñas. Estas secciones agrupan obras que abordan núcleos de interés en torno a las culturas de los pueblos originarios y los modos en que estos se relacionan y articulan con sus contextos, tanto locales como a nivel global. La línea curatorial de esta edición ha puesto énfasis en la reflexión sobre la resistencia (cultural, pero también económica y política) de los pueblos, y las diversas maneras en que los y las sujetos indígenas están resignificando su posición en el mundo.
En coherencia con esta línea, esta edición ha incluido además una notable sección de Clases Magistrales que plantean cuestiones persistentes sobre las relaciones entre producción, difusión y activismo en el audiovisual indígena, incluyendo la ya mencionada a cargo de Vincent Carelli. A esta última charla le acompaña una selección películas del Proyecto Video en las Aldeas (del cual es fundador y director), que funciona como una pequeña retrospectiva del trabajo colaborativo del proyecto. Creado en 1986, el VNA es un hito en la producción audiovisual indígena en Brasil y un referente fundamental para el cine dialógico en Latinoamérica, que resulta importante revisitar en tiempos donde urge ahondar en la discusión política. Las películas del proyecto no dejan de sorprender por su dinamismo y profundidad reflexiva, planteando cuestiones fundamentales sobre el uso de las imágenes audiovisuales por las comunidades indígenas, su potencial expresivo y de auto-reflexión, así como los modos en que pueden articular y discutir las relaciones interculturales -particularmente en Al encuentro de los Zo’é (1993) y El espíritu de la TV (1990)- donde las cámaras se integran orgánicamente a la vida de las comunidades y examinan con soltura dichas mediaciones.
Respecto a la muestra principal, presenta una línea clara que explora la diversidad de posiciones y puntos de vista indígenas, revelando las vidas de sus protagonistas de manera cercana y buscando abandonar miradas exotizantes, para resituarnos horizontalmente con las vidas de otro/as. Como espectadora no-indígena, me resulta particularmente interesante cómo la selección busca generar encuentros transculturales, escogiendo películas que dialoguen críticamente y permitan generar discusiones sobre este tipo de encuentros. Es el caso de películas como Mundo (Ana Edwards, 2019), que mediante una aproximación cercana a la etnografía sensorial explora las concepciones de una anciana pastora Aymara convertida al evangelismo, complejizando los bordes culturales y cuestionando las preconcepciones sobre lo Aymara. La Muestra de Cine + Video da cuenta así de espacios culturales híbridos y traspuestos, pero que reafirman identidades propias, tensionando discursos esencialistas.
En esta línea, Nueva York, otra ciudad (André Lopes y Joana Brandão, 2019) sigue a la realizadora Guaraní Patricia Ferreira durante su visita al reconocido festival de cine etnográfico Margaret Mead en Nueva York. Continuando con la tradición de una “antropología compartida” (Rouch) y el cine dialógico de VNA (incluyendo, por ejemplo, imágenes filmadas tanto por los realizadores como por la protagonista) la película permite discutir las distintas formas de habitar el mundo y las relaciones de poder desde la perspectiva Patrícia. La visitas a Time Square, el American Museum of National History y una particularmente incómoda y desafiante sesión de Q&A del festival, nos plantean nuevamente la potencia de la construcción de imágenes desde la mirada de los pueblos originarios, revelando los conflictos y fisuras del encuentro transcultural.
La Muestra considera el audiovisual indígena en sentido amplio, es decir, no hace una distinción entre el trabajo de realizadores indígenas y no indígenas. Me parece importante, sin embargo, destacar las obras de producción indígena, que pueden pasar desapercibidas dentro de una selección que transita entre los territorios de la etnografía visual y el cine de temáticas afines. Sobresalen las miradas de las generaciones más jóvenes que exploran su propia experiencia cultural y herencia familiar, abriéndose a búsquedas estéticas y formales menos tradicionales en el contexto regional. La breve Evocaciones (Erik Morales, 2019) presenta un ejercicio de preservación de la memoria familiar y rescate de lengua Chinanteco mediante el metraje encontrado, que combina imágenes de archivo con la narración epistolar entre la abuela y la madre del realizador, afirmando cariñosamente la diferencia cultural. El mismo cuidado podemos encontrar, por otra parte, en el documental Mamapara / Madre lluvia (Alberto Flores, 2020), película que cruza la experiencia Quechua con el dolor personal de la madre del realizador. El uso de recursos de la ficción, las formas epistolares y poéticas, permiten construir un relato en lengua indígena que se adentra, con delicadeza, en el mundo emocional de sus protagonistas.
Si bien la programación de la Muestra incluye distintos formatos (documental, ficción, animación, experimental), se extraña ver aún más relatos de ficción que se desvíen del realismo (cuyo fuerte está en la sección para niños y niñas) desde la perspectiva de los pueblos originarios. Este año la de Muestra Cine + Video Indígena ofrece, sin embargo, una mirada panorámica sobre múltiples gestos de resistencia cultural, abarcando la diversidad de cultural, temática y estética del cine indígena contemporáneo y revelando nuevos caminos, particularmente en la producción regional.