Maleza (2): El paisaje de los márgenes

Hay que ver Maleza, tiene varias virtudes, de esas que usan a su favor sus propias condiciones precarias de producción. Si tuviésemos que hacer una pequeña genealogía, diría que se instala a partir de una referencia a El Pejesapo (2007) y aún, más atrás, en la búsqueda por la representación de la marginalidad que modélicamente es posible situar desde El chacal de Nahueltoro (1968).

Dicho esto, y asumiendo que el tópico es una especie de recurrencia del cine chileno, hay que señalar que ha habido intentos y fracasos en la búsqueda de esa representación, pero creo que Maleza lo sortea con éxito, por varias razones. La principal es que posee una enunciación situada. Desde una estética del seguimiento narra la historia de Daniel, un ex recluso en rehabilitación que cae en un centro evangélico. A partir de eso, la película construye un verosímil que está dado en parte por la actuación, por otra, por la interacción con unos espacios reales (el propio centro, el paisaje suburbial de Santiago) y, por último, por el tratamiento de cámara digital verité que tanto ha elaborado el cine, desde el movimiento “Dogma” en los noventa hasta nuestros días.

Todos estos elementos, claro, acercan la película a la ópera prima de Sepúlveda, pero resulta poseedora de vuelo propio a partir del retrato de un personaje del cual poco sabremos a lo largo de la trama: nada más que sus intentos de escapar, la búsqueda de una tía a la que nunca encuentra y cierta aspereza que no sabemos si es empática o intelectual. Son pocos los acontecimientos narrados, aunque los dos o tres puntos de enganche son claros y establecen el interés por saber más de este personaje y sus intenciones. El espacio del centro de rehabilitación, con sus normas y dinámicas, aparecen retratados con realismo, dándonos así una lectura desde lógicas paternalistas de inclusión, pero también se trata de la calle sin salida para un personaje que no tiene familia ni educación. Como es de prever, este se desvía y, en una noche de carrete, se pierde, entregado a la desesperanza.

La película se ahorra explicaciones sociológicas o políticas, pero deja claro un paisaje de exclusión modulado a través de una tecnología lo-fi de registro, la que traduce la desolación y angustia de un personaje sin salida. Este paisaje impresionista logra su veta más simbólica en una escena de ribetes surrealistas con primeros planos de cadáveres de animales, que recuerda la desesperación existencial de Dios y el diablo en la tierra del sol (1964) de Glauber Rocha, guardando las distancias.

Maleza se inserta en el cine local con fluidez dentro de ciertas tradiciones, como son el realismo y la preocupación por los márgenes sociales, a lo que suma un modo de producción precario que refresca narrativamente estos tópicos desde una sensibilidad punk. En tiempos de productos exportables, Maleza opta por lo precario, la saturación y el ruido, una estética sucia para una realidad inabarcable y conflictiva.

 

Nota del comentarista: 7/10

Título original: Maleza. Dirección: Ignacio Pavez. Guión: Ignacio Pavez. Productor: Ignacio Pavez. Reparto: Cristián Luna, Ignacio Pavez, Pablo Álvarez, Gastón Salgado. País: Chile. Año: 2017. Duración: 92 min.