Mientras el dúo de realizadores planifican lo que será el inicio de un largo viaje por la geografía francesa conociendo y registrando personas comunes, Agnès Varda, con una experiencia y lucidez forjada en más de 60 años de carrera, pronuncia una frase que sintetiza el espíritu de Visages Villages: “el azar siempre ha sido mi mejor asistente”.

Los acontecimientos ocurridos a lo largo del documental son gatillados por un dispositivo simple pero extremadamente eficaz, un recorrido a bordo de una camioneta dotada con una cabina fotográfica capaz de imprimir retratos de gran tamaño, que luego son pegados en las fachadas, muros y estructuras que componen el entorno de los propios habitantes. Pero, además, la dupla conformada por la cineasta de -en  ese entonces- 88 años y JR, un fotógrafo y artista callejero de 33, despliega un juego de contrastes y provocaciones que catalizan una experiencia particularmente emotiva, apelando a la identificación del espectador desde escenarios que pueden parecer distantes, pero con historias humanas que resultan universales y perfectamente reconocibles.

La película está erigida sobre la noción del encuentro. Para ello, Varda y JR cuentan con la ventaja que el mismo artefacto cinematográfico suele otorgar a los realizadores cuando se enfrentan a la otredad, una inherente asimetría fundamentada en la elección arbitraria de las locaciones y personajes a visitar, posteriormente reforzada en el proceso unilateral de selección y montaje. Pese a que muchos de los encuentros están claramente escogidos con el fin de intencionar la narrativa, Visages Villages no pierde el sentido de espontaneidad en su relación con el otro, puesto a que las intervenciones fotográficas de JR, que dislocan la relación entre el cuerpo y su espacio de acción performática, generan una puesta en escena que estimula la reacción interactiva de los sujetos al dar curso al asombro, remecer sentimientos, enarbolar discursos e incentivar la autorreflexión del propio retratado, transformando lo cotidiano en extraordinario con un simple cambio de escala.

Ese instante de revelación de los personajes (tan anhelado por todo documentalista) queda ejemplificado en el rostro emocionado de Jeannine, la última habitante de un antiguo barrio minero amenazado por su inminente demolición, quien rompe en llanto al ver su mirada decidida y resistente en la fachada de su propia casa. Y pese a la aparición de múltiples retratos humanos que reflexionan en torno a sus conflictos habituales con el trabajo, las construcciones sociales en torno al género, el habitar y la memoria, no podríamos considerar a Visages Villages como un documental de personajes, sino sobre una idea: el acto humano de ejercer la civilidad en tiempos de instantaneidad, aquella habilidad social que permite disfrutar de la mutua compañía del otro en su calidad de extraño y diferente. Es quizás por esto que resulte tan profundamente doloroso (y, al mismo tiempo, fascinante) el no–encuentro de Agnès con su viejo conocido, cuya ausente presencia deambula una y otra vez a lo largo del filme.

La secuencia dedicada a la historia del pueblo minero ocurre al inicio de la película,  dura unos 6 minutos y la vida de Jeannine se cuenta en 120 segundos. Visages Villages explora la dinámica del encuentro casual, aquel evento transitorio, espontáneo, sin pasado ni promesa de futuro, cuyo impacto en la cotidianeidad resulta tan fugaz como las intervenciones urbanas de JR. Su valor documental radica precisamente en el registro de lo efímero, y en la oportunidad de encontrarse en el otro accediendo a la épica de sus historias mínimas, fragmentos de humanidad dignos de ser amplificados.

Nota comentarista: 8/10

Titulo original: Visages Villages. Título de estreno en Chile: Rostros y Lugares. Dirección: Agnès Varda, JR. Guión: Agnès Varda, JR. Fotografía: Roberto De Angelis, Claire Duguet, Julia Fabry, Nicolas Guicheteau, Romain Le Bonniec, Raphaël Minnesota, Valentin Vignet. Edición: Maxime Pozzi-Garcia, Agnès Varda. Música: Matthieu Chédid. Reparto: Agnès Varda, JR, Jeannine Carpentier, Clemens van Durgern, Marie Douvet, Jean-Paul Beaujon, Nathalie Schleehauf, Vincent Gils. País: Francia. Año: 2017 Duración: 94 min.