T2. Trainspotting (1): La amistad, la traición y la enfermedad del retorno
Año 1996, Renton y Spud arrancan por las calles de Edimburgo. Se trata de la escena inicial de Trainspotting con "Lust for Life" de Iggy Pop pisando fuerte -también es la escena del video clip. En paralelo la heroína empieza a fluir y una suerte de monólogo generacional comienza a hacerse eco: “Elige la vida, elige un empleo. Elige una carrera, una familia, una TV inmensa…”. Una bofetada arrogante y juvenil a los años noventa vestidos con el plástico de las tarjetas de crédito y las ofertas de un sistema global de mercado. “Elige tu futuro. Elige tu vida. ¿Por qué querría eso? Elijo no elegir la vida…” Dar un paso al costado, sumergirse en un inodoro y escapar de un infierno escatológico para caer en otro; Trainspotting, la amistad y la traición de Renton.
Veinte años más tarde, los amigos se vuelven a encontrar. Danny Boyle, el director de la primera película, regresa. Repite la fórmula de tomar el libro de Irvine Welsh: Porno (2002) -Trainspotting, la novela, fue publicada en 1993-. Veinte años más tarde Renton regresa, intenta pagar unas deudas, aunque nadie lo quiere ver; Sick Boy -ahora Simon- atiende el bar vacío de su tía e intenta extorsionar a sujetos con videos con Veronike -la cual adquiere un rol fundamental en la película-, pero anhela la venganza; un errático Spud busca matarse, siendo el más fiel amigo del cuartero heroinómano; Begbie, en tanto, escapa de la cárcel y solo quiere matar. Los viejos amigos ya no son los mismos, no se trata de un encuentro de viejos compañeros de colegio. Se trata de venganza o traición, con una dosificada muestra de nostalgia.
Elige la vida… Han pasado veinte años, desde el estreno, y en la vida de los personajes. Los rostros están algo gastados. La nostalgia, como la enfermedad de quien regresa al hogar o a la patria, aparece tenue. Es imposible que no aparezca, y hace mella en la intensidad requerida por el relato. Las sagas nunca salen del todo victoriosas, esta no es la excepción. Ahora, si bien a ratos cae en melosos abrazos -la empatía por Spud, la escena de hermanos entre Spud y Renton en la cima de un cerro, la nostalgia de Spud en la escena en que es testigo de su propio arranque juvenil junto a Renton- o en tensos cruces -Sick Boy y Renton o Begbie y Renton-, en la mayor parte de la película se articulan otros problemas que escapan al exceso de drogas, a las meras cuentas pendientes, enfatizando aspectos de la primera parte: la planificación derrotada o la díada oportunidad/traición.
El plan de los derrotados surge natural como eje nuevamente. Buscar y encontrar la falla al sistema es el lema, es la roca de Sísifo que levanta de manera eterna el tramposo. Este siempre está ad portas de dar el golpe certero, tiene todo pensado y planificado, sin embargo, nunca lo consigue. La roca se le cae.
El único momento en que se sueltan las tensiones es por medio de la escritura que intenta Spud. Esta surge como forma de recuerdo personal y luego grupal, pero sobre todo como modo de rearticulación de escenas pasadas y el intento por comprenderlas. Porque, volviendo a la nostalgia, no basta con solazarse con recuerdos, la escritura funciona como búsqueda de sentido y en eso, sin caer en moralejas fáciles, los personajes logran observar y entender ciertas escenas de luz tenue.
Con un ritmo de narración cinematográfica que retoma los aires de la primera, T2 toma un aire propio. Con menos heroína en las venas de los amigos, vale la pena volver a la banda sonora, la cual carga con el eco de títulos memorables aún presentes en la retina: “Lust fo Life” y “The Passenger”, también de Iggy Pop, "Born Slippy (NUXX)" de Underworld y "Atomic" de Sleeper, además de un clásico seguro como "Perfect Day" de Lou Reed. Ahora Boyle apuesta por repetir con nuevos arreglos de “Lust for Life”, o el inicio con “High Contrast” de Shotgun Mouthwash, pero también ir con clásicos como Blondie y Queen, y otras nuevas piezas como Young Father y Fat White Family.
Elige la vida, elige Facebook y alguien que se interese por tu vida, versa el renovado manifiesto Renton. Elige regreso, venganza o traición. Elige la derrota eterna. La nostalgia, esa enfermedad del regreso a casa, nada bueno acarrea. Por cierto, si hay algún intento por reparar el pasado los planes se van de las manos, la venganza no se consuma, la amistad no se repara, la traición cambia de manos. Es la oportunidad la que permite la traición y los perdedores ven pasar las oportunidades por frente suyo. Posiblemente T2. Trainspotting no es el retorno que esperábamos, aunque, diluidas las expectativas, tal vez no es del todo malo volver a ver a los viejos amigos.
Nota comentarista: 7/10
Título original: T2. Trainspotting. Dirección: Danny Boyle. Guión: John Hodge (Porno, novela de Irvine Welsh). Fotografía: Anthony Dod Mantle. Música: Rick Smith. Reparto: Ewan McGregor, Robert Carlyle, Jonny Lee Miller, Ewen Bremner, Kelly Macdonald, Shirley Henderson, Steven Robertson, Anjela Nedyalkova, Irvine Welsh. País: Reino Unido. Año: 2017. Duración: 117 min.