Naomi Campbel (Camila Donoso y Nicolás Videla, 2013)
Naomi Campbel es una película cercana a las éticas y estéticas del cine underground, tendencia plagada de personajes que habitan en los márgenes, seres clandestinos, anti sociales, abyectos. También el filme es un búsqueda en los limites entre lo documental y la ficción como nueva forma de representación del sujeto marginal.
La película narra la vida de Yermén Dinamarca, de 35 años, una mujer atrapada en un cuerpo masculino, quien vive en la población La Victoria, situada en una comuna periférica de la ciudad; la protagonista pasa sus días en un cotidiano asfixiante. Transexual, pobre, tachada de bruja e incomprendida por su entorno, da testimonio de su mundo mediante el registro con una cámara amateur, desde donde hilvana un relato personal.
Se trata de momentos de rabia y desazón que se transforman en la mirada desenfadada de su desencanto. Yermén, se interpreta a sí misma en la construcción de su propia identidad. Gracias a sus conocimientos esotéricos logra sobrevivir, tiene un don para interpretar las cartas del tarot, consigue trabajo como amiga esotérica en un call center. Ella tiene un deseo profundo, quiere cambiar su cuerpo, encomienda su transformación de sexo a Santa Sara, virgen negra, patrona de los marginados, los outsider, a quien pide amparo por sus soledades y miserias prendiéndole velas en un excéntrico altar.
Yermén procura de diversas formas financiar su operación para cambiar de sexo, y ello la conduce a intentar entrar a un reality-show televisivo, en el casting conoce a su contrincante por el cupo en el programa, una afroamericana que busca el mismo objetivo, ser otra, a través del quirófano transformarse en la top model Naomi Campbell: la bailarina de cabaret solo siendo un personaje secundario le da el nombre a la película. Naomi es un reflejo de Yermén, en cierto sentido, una metáfora de su misma problemática, la marginalidad. Una es transexual, la otra inmigrante, ambas extranjeras, desean un nuevo cuerpo para devenir otra.
La película nos hace transitar en la búsqueda de Yermén por re-construirse. La narración se asume desde la experimentación formal, la película introduce el punto de vista de la protagonista, quien registra su entorno, momentos de interacción con su amante y vecinos; la cámara canaliza momentos de rabia frente a las constates frustraciones que enfrenta en el derrotero, recurso documental potente en el uso de la precariedad de la cámara amateur como exploración de la realidad y la intimidad del personaje, la película mediante este dispositivo nos introduce en el desencanto del margen. Esta narración es absorbida por un nuevo dispositivo, registrado por una segunda cámara que opera desde una modalidad de observación más convencional, que corresponde a la mirada externa, el punto de vista toma una posición distante y propone una estética diferente a la suciedad de la cámara amateur, encuadres estáticos en su mayoría, con cambios de diafragma va componiendo el relato, que a diferencia de la cámara personal, no logran espiar la realidad, solo la muestran. Si en un comienzo ambos dispositivos de cámara se alternan de manera arriesgada, finalmente terminan por diluirse en un montaje lineal. Vemos cómo el deseo de Yermén se va quebrando pero la narrativa no logra en su totalidad reflejar aquel momento. La película se sostiene por la acertada elección del personaje, el carácter de Yermén, un sujeto no resuelto, solitario, que debe reinventarse para no perderse a sí mismo; su rostro y gestualidad logran una interpretación que le proporciona un tono melancólico a la búsqueda de su identidad sexual. El otro acierto es la dirección de arte que trabaja bien con los elementos precarios de la realidad expuesta.
Naomi Campbel es la ópera prima de los jóvenes realizadores, Camila José Donoso y Nicolás Videla, proyecto de egreso y fruto de una co-producción entre dos escuelas de cine, Universidad Mayor y PUC; por añadidura, es la ganadora del laboratorio de Transcinema Festival Internacional de Cine de No Ficción del año 2013. Es un filme que asume riesgos y tiene imperfecciones, un prometedor debut para la dupla, que sin duda aporta una pieza en la representación de sujetos marginales en la ficción, relatos de lo antisocial, tomando elementos documentales como son la elección de un personaje real y la particular forma de abordar su mirada, terreno transitado por destacados realizadores como José Luis Sepúlveda, Gloria Camiruaga y Carolina Adriazola, quien, con la muy lograda Aztlán, logra representar la otredad y el margen.
Título original: Dirección: Camila Donoso, Nicolás Videla . Reparto: Paula Dinamarca, Ingrid Mancilla, Josefina Ramírez, Camilo Carmona. Producción: Catalina Donoso, Rocío Romero. País: Chile. Año: 2013. Duración 83 min.