María Callas, en sus propias palabras: Una realidad imposible

En Tosca, una de las óperas más famosas de Giacomo Puccini, la protagonista Flora Tosca es una cantante de ópera que debe enfrentar múltiples injusticias -en buena parte sólo por ser mujer- y un final doloroso y abrupto. Esta idea, que la realidad imita al arte, es replicada de alguna forma por el documental María Callas, en sus propias palabras, del director Tom Volf, en un primer trabajo cinematográfico de quien ha demostrado ser un biógrafo obsesivo con su personaje, a través de la fotografía y la literatura. 

“Hay dos personas dentro de mí. Una es María, pero está la Callas, de quien debo estar a la altura, así que lidio con ambas como mejor puedo hacerlo” dice una de las citas iniciales del filme. Esta idea de entrada se complementa con la presentación de Un bel di vedremo, probablemente el aria más conocida de Madame Butterfly y que personifica el anhelo de quien espera por un futuro y un amor que nunca llegan. Con estos dos elementos, el biógrafo busca una rápida conformación de su personaje, y será ese el prisma a través del que miremos a la leyenda. María Callas vive detrás de sus máscaras y sus encarnaciones, como si ella misma nunca hubiese podido quitárselas de los hombros. 

Una de las decisiones que más llaman la atención en la película es precisamente este interés por mirar a Callas como una representación de sus personajes. María es Norma, es Tosca, es Carmen, sin que jamás podamos ver directamente a la persona que las encarna. Ahí es donde el subtítulo “en sus propias palabras” se vuelve un arma de doble filo: ¿cuál es la posibilidad de conocer a la Callas? ¿Qué cosas pueden ser conocidas? ¿O es que, efectivamente, la Callas se apodera de María?

El director decide intercalar presentaciones de la Callas con imágenes de archivo, montadas como si fuesen un libro de recortes. Cada una de las arias escogidas -pasamos por Puccini, Bellini, Verdi o Giordano- está destinada a ejemplificar un momento específico de la vida de la cantante. Sin embargo, estas analogías no logran cerrar del todo las intenciones del director. Se pierden, sobre todo para el público que no ha tenido acceso al mundo de la ópera, y desde ahí puede parecer que su elección es antojadiza. 

De alguna forma, Volf también estructura su filme como una gran historia operática, en que la protagonista sufre las consecuencias de su destino: las burlas tras una función fallida, matrimonio, separaciones, abandono de su gran amor y el destierro del escenario. Incluso la decisión de incorporar a Joyce DiDonato -mezzosoprano reconocida y de gran trayectoria- como narradora del filme, no hace más que reafirmar la idea de que Callas sólo puede aprehendida desde su arte. La elección de las imágenes interpela constantemente a su personaje, con profusión de close up, escudriñando en sus miradas y sus actitudes. Los únicos momentos en que podemos verla en su totalidad es cuando está sobre el escenario y es ahí en donde Volf decide colocarnos como espectadores desde la tribuna. Sin embargo, para la Callas todo es escenario y las imágenes parecen asegurarse de que lo entendamos de esa forma. 

“Al final, ¿Qué es una leyenda? El público me hizo”, dice Callas en una de sus entrevistas. La figura legendaria se come cualquier intención realista en esta biografía, porque a la larga todo lo que se nos cuenta es eclipsado por la presencia de la voz de quien fuera llamada “La Divina”. Tal vez sea mejor así y su arte sea la mejor forma de hablar por ella. Su existencia terrenal queda relegada a los vaivenes de la carne, mientras su voz vive eternamente en nuestra memoria. El efecto del aura, en este caso, no cesa. 

Nota comentarista: 7/10

Título original: Maria by Callas: In Her Own Words. Dirección: Tom Volf. Guión: Tom Volf. Edición: Janice Jones. Música: Jean-Guy Veran. Narración: Joyce DiDonato/Fanny Ardant. País: Francia. Año: 2017. Duración: 113 min.