Siempre será un buen ejercicio para entender los movimientos sociales en el presente dar un salto en el tiempo y ver cómo eran las cosas en el pasado. A través del cine, al igual que con la literatura pero de forma mucho más explícita, podemos hacer estos ejercicios temporales y abrir pequeñas ventanas para mirar en momentos de la historia que no vivimos, o si las vivimos, ver cómo estábamos insertos dentro de realidades que hoy nos parecen aberrantes.

El filme La maestra nos traslada a 1983, a un colegio en la extinta Checoslovaquia comunista que inicia sus clases luego de las vacaciones. Vemos a los niños que llegan al colegio en la mañana, al mismo tiempo que nos muestra a los adultos, llegando en la oscuridad de la noche al mismo lugar, a lo que será la reunión de apoderados que nos relatará los eventos de la historia. Asimismo se nos muestra cómo María Drazdechová, la nueva profesora, se presenta a sus alumnos muy afablemente, siendo su primera interacción con ellos preguntarles a qué se dedican sus padres. Es interesante hacer hincapié en que se trata de un colegio público bajo un régimen en que los cupos escolares se asignaban según el domicilio de los estudiantes, por lo que sus apoderados presentan una gran variedad de ocupaciones laborales, y que además pertenecen a los diferentes estratos sociales de aquella época y lugar. Algo completamente ajeno a nuestra realidad, en que los cupos en los colegios se asignan principalmente por la capacidad económica de los padres.

Volviendo al argumento, esa primera interacción de la camarada Drazdechová, aparentemente introductoria para conocer a sus alumnos y que fue registrando rigurosamente en una pequeña libreta, tendrá otras repercusiones, puesto que su real objetivo es, a través de la apariencia de una frágil e indefensa viuda, exigir favores de los padres según sus diversas ocupaciones. Por medio de tal artimaña se determinará el porvenir académico de cada estudiante, según el grado de satisfacción de la profesora con los favores concedidos por los apoderados. A este escenario debemos agregar que María es la directora local del partido comunista, con importantes nexos con Moscú, lo que le da un grado superior a su autoridad. Sin embargo, como en todo grupo de seres humanos diversos, algunos no podrán o no querrán satisfacer las exigencias de la profesora, y pagarán las consecuencias. Y algunas consecuencias serán graves.

En su cometido formal, La maestra resulta ser una película bastante correcta, bien ambientada, que cumple al lograr imbuirnos en un ambiente asfixiante que va develando la imposibilidad de escapar a una realidad que nos es completamente ajena y casi absurda, donde el castigo físico de los niños no parece ser un delito y las definiciones políticas se traducían en restricciones a la libertad que hoy no aceptaríamos en el mundo occidental. Resulta interesante la contraposición entre el relato en flashback y el presente, que nos lleva por un argumento que, si bien por momentos decae en interés y resulta un poco monótono y predecible, termina por transmitirnos la incomodidad de la situación e incluso la sensación de aceptación de la injusticia como parte natural de la vida.

Parece importante destacar que es una cinta que critica y juzga abiertamente el régimen comunista, pero que proviene desde dentro, de una sociedad que lo vivió. Esto exhibe una tendencia del cine que evidencia momentos históricos, en la que ya no se critica desde fuera, desde el enemigo, sino que muestra la otra versión, la de las minorías que tuvieron que esperar para poder contar su parte de la historia. En ese sentido, además del abuso de poder de la profesora, la película retrata otros elementos que ilustran el significado de vivir determinado régimen político: la separación de las familias, la obligación de trabajar y vivir en determinados lugares, las restricciones económicas, elementos que completan el pulcro escenario que nos presenta el director.

La maestra es un film interesante, que presenta una historia de abuso de poder, que si bien sucede en otra época y lugar, resulta vigente en nuestro país, donde se ha masificado el descontento social contra el abuso en sus diversas formas y el surgimiento de movimientos en contra de ello. Por más que se haya establecido que cualquier uso de una posición predominante sobre otro constituye un abuso -lo que hoy se condena en gran parte de los contextos de la vida contemporánea- es relevante entender el pasado, a fin de comprender aquellas realidades en las que el abuso de poder era una actitud por muchos justificada y naturalizada, al punto de que eran entendidas como parte normal de la vida en sociedad. No más.

Nota comentarista: 6/10

Título original: Učiteľka. Dirección: Jan Hrebejk. Guión: Petr Jarchovský. Fotografía: Martin Ziaran. Música: Michal Novinski. Reparto: Zuzana Mauréry,  Zuzana Konecná, Csongor Kassai, Tamara Fischer, Martin Havelka, Peter Bebjak. País: Eslovaquia. Año: 2016. Duración: 102 minutos.