El hilo fantasma (3): La costura perfecta
Todo texto carga con el peso de ser un tejido que urde letras e ideas. En ese sentido, El hilo fantasma es un tejido que urde con paciencia artesanal y maestría cinematográfica un relato sobre la moda, pero específicamente sobre vanidad, creatividad, manipulación y amor. En rigor, el relato está estructurado por dos vías narrativas paralelas: por un lado, propone una línea confesional y, por otro, desarrolla otra secuencial. La primera es presentada a partir de la narración que hace Alma al médico que atiende a Reynolds Woodcook; por su parte, la segunda es desarrollada desde la secuencia que configura la historia de amor entre Alma y Reynolds. De este modo, los hilos gruesos del relato se muestran firmes.
Alma es quien abre la película hablando de Reynolds, a quien define como un hombre exigente. Agreguemos que, en consonancia con el cine de Paul Thomas Anderson, también se perfila como un hombre obsesivo y dominante. Pensemos en Daniel Plainview en Petróleo sangriento (2007), interpretado por el mismo Daniel Day-Lewis, un personaje memorable en sus ansias por devorarse el mundo, como lo son también Freddie Quell (Joaquin Phoenix) y Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman) en The Master (2012). Ahora, Alma, en parte, revierte esa condición: lo revela el tono mesurado y cálido con que expone a su confesor las cualidades de Reynolds. En esa línea, Alma logra controlar y vulnerabilizarlo. Tal vulnerabilidad es, sin duda, una marca en Paul Thomas Anderson, cuyo espesor de la derrota humana es erigido desde los memorables personajes de Magnolia (1999) o desde la torpeza social y fragilidad humana de Barry (Adam Sandler) en Punch-Drunk Love (2002). En ese sentido, en su complejidad, Reynolds es un personaje que transita desde esa exigencia y arrogancia creativa a la fisura vivencial y personal. Es el momento, entonces, cuando los hilos se tornan finos.
Inicialmente, el mundo de la alta costura de El hilo fantasma posiciona al cuerpo femenino en una doble faz: belleza y cosificación. Reynolds, en primera instancia, busca un cuerpo maniquí, un cuerpo perfecto en el cual trabajar y plasmar sus creaciones. Un cuerpo para ser expuesto ante posibles compradores, que luzca su belleza. Un cuerpo que forme parte del espectáculo de la moda. Por tal motivo, Alma es presentada como objeto de deseo y objeto material manipulable, es decir, como un maniquí. Luego, Alma viene a tomar el control de la situación. Por cierto, viene a ocupar el lugar de la asesora de Reynolds, Cyrill. De objeto poseído y manipulable, pasa a entramar la situación y la vida de Reynolds.
Lo anterior es coherente con el buen desarrollo del guión, con personajes e historias que mutan, que se complejizan, desembocando en un relato que no se estanca y que avanza con toda su densidad dramática. Cambian los personajes, cambia el espacio: “Una casa que no cambia, es una casa muerta”, dice Alma, en una escena de un importante giro de la película. Anderson construye un espacio perfecto, una puesta en escena íntima, cuyo encierro comprime las relaciones, un espacio centrípeto compacto, en el cual tiene cabida precisa el vínculo entre Alma y Reynolds.
En general, el cine de Paul Thomas Anderson pone en escena personajes al límite de sus dimensiones éticas, pero, sobre todo, los muestra frágiles en sus emociones o egos. En ese sentido, la figura ausente y espectral de la madre de Reynolds se articula con esa fragilidad y vacío que finalmente Alma viene a llenar en su vida. La costura y los detalles perfectos de El hilo fantasma van de la mano de la costura del tejido cinematográfico bien logrado. Los pliegues del relato y los secretos que esconde Reynolds, y la manera con que Alma deshila y vuelve a hilar, dan cuenta de la sutileza con la que trabaja Anderson.
Nota comentarista: 9.5/10
Título original: Phantom Thread. Dirección: Paul Thomas Anderson. Guión: Paul Thomas Anderson. Fotografía: Paul Thomas Anderson. Música: Jonny Greenwood. Montaje Dylan Tichenor. Reparto: Daniel Day-Lewis, Vicky Krieps, Lesley Manville, Harriet Sansom Harris. Pais: Estados Unidos. Año: 2017. Duración: 130 min.