Captain America: Civil War (Anthony Russo & Joe Russo, 2016)
Me parece necesario partir señalando que analizar Captain America: Civil War como película aislada es un ejercicio un tanto inútil, ya que en el filme de los hermanos Russo variados elementos narrativos, que entregan profundidad o que economizan explicaciones, se encuentran fuera de este. Asunto que no es menor, porque su resultado produce una cohesión de historias que se asemeja mucho al mundo de las series de televisión. Lo que hace que me pregunte: ¿estamos ante la nueva forma de hacer secuelas? Honestamente, no tengo la menor idea, pero, aventurándome a entregar una respuesta, el Marvel Cinematic Universe (MCU) podría ser el antecedente primigenio para un nuevo tipo de franquicias, las que funcionen más como universos que tienden a la cohesión que a la repetición de la misma historia a lo largo del tiempo en distintos lugares.
Joss Whedon, el director de The Avengers y Avengers: Age of Ultron -las dos películas más importantes de la fase uno y dos del MCU-, dijo tiempo después de estrenar la segunda parte que no volvería a asumir la dirección de entregas posteriores, debido a las dificultades creativas que tuvo con Marvel Studios durante el rodaje. Lejos de unos dimes y diretes dignos de farándula, Age of Ultron se sintió más bien como una versión menor de The Avengers, en la que si bien se planteaban situaciones que servirían para más adelante (como en todas las películas del MCU), los cómo y qué resultaban repetitivos.
En ambas entregas se reiteraron los mismos elementos: un villano carismático en búsqueda de algo, una pelea entre los integrantes de Avengers y, por último, el gran enfrentamiento final con el villano de turno, en donde explosiones y CGI se alzaban a viva voz. Todo esto bajo un tono más cercano a la comedia, donde el humor y el carisma de los personajes -más que su desarrollo- eran el principal punto de conexión con el espectador. Lo anterior terminó por configurar a las películas del “modelo Whedon” como films de acción “ligeros” que contaron con una estructura y tonos tan definidos y rígidos, que la mayoría de las sorpresas quedaban relegadas a la acción física de los personajes, a lo que estaban buscando o a la integración de un nuevo personaje. Y es esta rigidez la que terminó por pasarle la cuenta al modelo, pues el público notó que Age of Ultron carecía de la frescura de su predecesora y que pese a introducir nuevos personajes o, incluso, contar con una de las peleas más esperadas (Iron man vs Hulk) de toda la franquicia, algo no terminaba por encajar. Personalmente, creo que ese algo era la estructura con la que se narraban los sucesos, pues lo otro, el qué, avanzaba con paso firme. En complemento con esto, me parece acertado comentar que la importancia de las dos películas que dirigió Whedon para el MCU, le jugó en contra y ayudó en la aceleración del desgaste del modelo. Y aquí la ecuación es simple: una mayor atención, tanto del público como de los críticos, se traduce, consciente e inconscientemente, en un mayor escrúpulo sobre el trabajo.
Pero, afortunadamente, en el año 2014 apareció Captain America: Winter Soldier (CAWS). Una película extraña dentro del MCU porque se distanciaba del “modelo Whedon” al inspirarse en géneros como el thriller y el misterio, aunque sin dejar de lado la espectacularidad de las batallas y el humor de The Avengers. Incluso cabe mencionar ciertos elementos políticos dentro de la trama, lo que era nuevo dentro del MCU. Los comentarios no se hicieron esperar y los hermanos Russo, directores de esta entrega (que casualmente era su primera incursión en el MCU), pasaron a estar dentro del equipo estrella de Marvel Studios.
Ya de lleno a lo que es el comentario sobre la tercera de esta saga, Captain America: Civil War (CACW) es todo lo que Batman v Superman (BvS) intentó ser pero no pudo. Comprendo que todas las comparaciones son odiosas, pero es que CACW logra enfrentar a los dos más grandes superhéroes del MCU de una forma en que nos importe lo que estamos viendo y, lo que es mejor, que nos haga querer saber cómo van a ser las cosas en el futuro. Me parece, por otra parte, necesario aclarar que en mi opinión DC Entertainment también podría haber logrado lo anterior, si es que le hubiese dedicado una entrega individual a cada personaje antes de hacerlos pelear.
¿Por qué creo eso? Bueno, pues básicamente porque la diferencia está en que uno ya tiene conocimiento (por no decir cariño) por los personajes que se pelean en CACW; a diferencia de BvS, en que se sienten más bien como dos extraños de pronto envueltos en la confusión creada por Lex Luthor, a los que termina por hermanar algo muy fortuito y, para qué estamos con cosas, superfluo. En cambio, en el MCU existe un historial importante, una suerte de complicidad, pues sabemos por lo que ha pasado cada uno de sus personajes. Cosa que no sucede en BvS, dada la “breve” introducción que significa esa película como un todo.
Muchos piensan que CACW puede considerarse como la tercera entrega de The Avengers, pero me parece que esto no es correcto. CACW es una película del Capitán América por derecho propio, ya que si bien el origen de la problemática nace por los eventos ocurridos en Age of Ultron (AoU), la profundidad dramática de la película recae en los conflictos y personajes desarrollados en CAWS, a saber, la relación entre Steve Rogers y Bucky Barnes. Conflicto que, por otro lado, se cierra, entregándole al personaje que interpreta Chris Evans un nuevo e incierto futuro dentro del MCU.
Al igual que en CAWS, esta entrega también utiliza de los elementos del thriller para balancear las tan demandadas escenas de combate. Sin embargo, aquí nos topamos con el primer punto bajo de la película. Ya que una vez se ha dilucidado el misterio entorno al origen del antagonista, su aparición solo se justifica como un mero dispositivo práctico para que los dos protagonistas peleen. Ahora bien, y es aquí donde surge la importancia del pasado, dado que el origen del antagonista se ancla en eventos de AoU, todo lo anterior termina transformándose en un “pero” fácil de sobrellevar. Sin embargo, advierto: quién vaya al cine esperando un antagonista carismático, saldrá decepcionado.
Siguiendo con el tema del pasado, el guión explora el conflicto entre Steve Rogers y Tony Stark con el mismo tono que los hermanos Russo utilizaron en CAWS, por lo que atrás queda el uso del humor como forma para descomprimir el ambiente y los insultos ingeniosos. En CACW la tensión entre ambos personajes se expresa de la forma más directa posible, llevando sus actitudes y creencias hasta límites extremos, por lo que nos permite ver una versión definitiva de los personajes principales.
Por su parte, la integración de los nuevos personajes en ningún caso se siente forzada o como un premio para los espectadores, puesto que si bien los invitados están allí para hacer la pelea del segundo acto más espectacular, su llamado se siente como una acción lógica de los protagonistas ante la situación que están viviendo. Esto no es algo menor, ya que con esto Marvel Studios logra solucionar un problema importante que ocurría en algunas películas de superhéroes: cómo justificar la introducción de una gran gama de personajes. Si a esto le sumamos la exitosa experiencia de Guardians of the Galaxy, podemos estar un poco más tranquilos para la plétora de superhéroes que va a significar la siguiente producción, Infinity Wars.
Por el lado de la cinematografía, CACW continúa con los patrones expuestos en su predecesora: una paleta de colores fría, que encaja perfectamente con el tono de la historia que estamos viendo. Atrás queda el vibrante color azul, rojo y blanco del Capitán. En cuanto al montaje, este se construye con el único objetivo de entregarle rapidez y ritmo a la película. Tarea que cumple a cabalidad ya que en ningún momento las cerca de dos horas y media se sienten flojas o con falta de ritmo. Sin embargo, tuve un poco de problemas con el uso de la cámara en mano al comienzo, sobre todo en las secuencias de acción, ya que más que entregarle realismo a estas, lo único que consiguió fue confundirme sobre las dimensiones de los espacios. Curiosamente, la solución de este problema causa otro no menor: el abuso del CGI es algo que, si bien no molesta, se identifica con una facilidad pasmosa.
Las actuaciones en CACW son otro punto a destacar. Por el lado de los primeros Avengers, contamos con un reparto consolidado, dueño absoluto de los protagonistas, hasta el punto de hacer imposible la distinción entre actor y personaje. Por su parte, los nuevos personajes que se integran desbordan carisma e individualidad, pese a la breve instancia de tiempo con que cuentan para presentarse. Con esto no me refiero únicamente a que digan un par de bromas y demuestren sus poderes, sino que también hay sitio para plantear su futura continuidad. Esto sucede principalmente con Black Panther y Spiderman. Todo un logro en cuanto a presentación de nuevos personajes, ya que se agregan a la historia de forma orgánica y se da el espacio para que planteen, aunque sea brevemente, sus problemáticas más personales.
Dando el puntapié inicial a la fase tres del MCU, Captain America: Civil War se perfila como la película más madura y seria que ha entregado este universo. Madura, en el sentido de ser plenamente consciente de su pasado, y seria, en cuanto al tono, ya que el humor queda relegado a un par de personajes más que a las situaciones en general. Me parece, por lo demás, que el cambio en el tono abre la posibilidad a futuras entregas para que ocurran sucesos que antes no habrían sido imaginables. Por otra parte, el contenido político y actual que tanto se destacaba en CAWS, acá no existe pues se da paso a una reflexión más interna, sobre los conflictos e historias propias de sus personajes. Ahora parece que el discurso es: “hablemos de lo nuestro, no de lo de afuera”. Esto, desde mi perspectiva, me parece que es un acierto, ya que ayuda a que el MCU gane en cohesión, sin embargo esto le resta contingencia al filme, lo que, si se piensa un rato, también es un punto a favor, por el carácter netamente de entretención que cumplen estas películas. Pedirle al MCU que funcionara como un relato de ciencia ficción de Ray Bradbury es un sinsentido, pues seamos honestos, aquí lo que importa es el dinero.
De la mano de los hermanos Russo, Marvel Studios, apuesta por el cambio en el momento indicado. Sin dudas, un giro necesario ante la sensación de estancamiento que evidencia el mismo Joss Whedon. Esta renovación nos pone a nosotros los espectadores en la posición de querer saber qué es lo que va a pasar en el futuro. Mientras Marvel siga entregando tal calidad en sus películas la espera me parece el doble de angustiante, pero les mentiría si les dijera que no me gusta.
Josemaría Naranjo C.
Nota comentarista: 8/10
Título original: Captain America: Civil War. Dirección: Anthony Russo, Joe Russo. Guión: Christopher Markus, Stephen McFeely. Fotografía: Trent Opaloch. Montaje: Jeffrey Ford. Reparto: Chris Evans, Robert Downey Jr, Scarlett Johansson, Sebastian Stan, Anthony Mackie, Don Cheadle, Jeremy Renner. País: Estados Unidos. Año: 2016. Duración: 148 mins.