Aftersun: Lo crudo y adorable de un recuerdo
La película nos regala un aire fresco de familiaridad donde, observando la dinámica entre Calum y su hija, nos podemos encontrar con situaciones que varían desde lo cómico hasta lo serio. No es necesario haber tenido una relación como la de ellos dos para sentirse identificado o adentrarse en la historia para revivir ciertos momentos de incomodidad o alegría compartidos en familia.
Siempre he considerado que es un privilegio tener buena memoria, y, sobre todo, si uno posee estos momentos registrados con una cámara. Hay un espacio distante y a la vez cercano cuando uno revisa estos recuerdos, donde uno puede volver a repasar las experiencias y los sentimientos (visibles o no) que se congelaron en el tiempo. Depende de cada persona la claridad con la que almacena aquellos momentos, pero es inevitable que, de a poco, se vayan desvaneciendo.
El primer largometraje escrito y dirigido por Charlotte Wells, Aftersun (2022), se ha hecho esperar desde su debut en Cannes durante la Semana Internacional de la Crítica. Por lo tanto, su estreno en la sala CEINA del Centro Arte Alameda no estaba cerca de verse vacío. Dentro de esta película Wells nos comparte la experiencia de una niña de 11 años llamada Sophie (Frankie Corio) que viaja junto a su padre, Calum (Paul Mescal), a un hotel en Turquía para disfrutar de las vacaciones. Su historia se mezcla con los archivos que ambos grabaron durante el viaje, su estadía y el repaso que hace una versión adulta de Sophie (Celia Rowlson-Hall) de estas memorias.
Aftersun nos muestra un vínculo ideal que podría conmover a cualquiera. Calum demuestra en cada intento la responsabilidad y el amor que tiene por conocer a su hija. A pesar de no convivir con ella regularmente, su preocupación por construir una intimidad inquebrantable está presente en todos los detalles. La handycam los sigue con el fin de atesorar cada momento que comparten, pero aunque no los siguiera, -como diría Sophie- de todas formas están unidos bajo un mismo cielo a pesar de la distancia. Sus chistes internos, entrevistas improvisadas y el intercambio de la inocencia con la adultez nos invitan, como si fuéramos una extensión de ellos, a vivir entre aquellas bromas.
Aunque no todos los instantes parecen ser dignos de recordar, sobre todo por el dolor que guardan dentro. Como entre ellos nada los cohíbe -ni siquiera los “vergonzosos movimientos ninja” que pueda hacer Calum en público- Sophie aprovecha ingenuamente la transparencia que su padre le ofrece. Sin embargo, cuestionamientos como “¿Nunca te sientes como cansado y deprimido y sientes que tus huesos no funcionan? Como si te estuvieras hundiendo” no son tan fáciles de responder, tanto como padre como persona.
Hay muchas cosas que Sophie no comprende de él, como Calum parece no entender de sí mismo. Y las respuestas inconclusas, momentos de desencuentro y discusiones agrias terminan exigiendo una resolución. Hay una nostalgia presente, llena de tristeza e incomprensión, donde una Sophie adulta busca entre las risas de sus grabaciones encontrar alguna pista de los sentimientos y pensamientos de su padre. Los archivos del viaje terminan siendo una representación de una experiencia que se fue desvaneciendo con el tiempo, pero mostrados en esta película, la protagonista les da más de una vuelta que le permite volver a reconstruir esta historia. Los recuerdos pueden ser tan tiernos como agobiantes, por lo tanto, repasarlos con amabilidad y dulzura -aunque también acompañada por la angustia- le permite transformarlos, reordenarlos y modificarlos cuantas veces sea necesario para poder conocer y comprender a Calum, individualmente, como una persona con deseos por cumplir y limitaciones por resolver.
La película nos regala un aire fresco de familiaridad donde, observando la dinámica entre Calum y su hija, nos podemos encontrar con situaciones que varían desde lo cómico hasta lo serio. No es necesario haber tenido una relación como la de ellos dos para sentirse identificado o adentrarse en la historia para revivir ciertos momentos de incomodidad o alegría compartidos en familia. La energía de la sala era tan versátil como la del relato, que se transformaba y mutaba de un estado de ánimo al otro sin ninguna clase de tapujos, reflejando una intimidad única y envidiable entre Sophie y su padre.
Título original: Aftersun. Dirección: Charlotte Wells. Guion: Charlotte Wells Fotografía: Gregory Oke. Montaje: Blair McClendon. Arte: Guzin Erkaymaz Música: Oliver Coates. Sonido: Vijay Rathinam, Jovan Ajder, Mehmet Askoy, Ananth Nagarajan. Elenco: Paul Mescal, Francesca Corio, Celia Rowlson-Hall. País: Turquía, Reino Unido, Estados Unidos. Año: 2022. Duración: 102 min.