Fantasías animadas #11: La tinta de Te Wei

Un poco como Osamu Tezuka en Japón o Jiri Trnka en República Checa, el trabajo de Te Wei es inseparable de la historia de la animación moderna en China. Además de la importancia de las películas realizadas bajo su dirección, el aporte de Te Wei también se reconoce en su forma de organizar un equipo de trabajo durante lo que se ha llamada la "época dorada" de la animación China (1957-1966), un período especialmente prolífico durante el que se desarrolló un sistema de producción que los convirtió en uno de los principales exportadores de películas animadas en el continente.   

Un poco como Osamu Tezuka en Japón o Jiri Trnka en República Checa, el trabajo de Te Wei es inseparable de la historia de la animación moderna en China. Si bien en China existía una historia temprana relevante en la animación, particularmente a través de los trabajos pioneros de los hermanos Wang, el trabajo de Te Wei y el desarrollo de la Unidad de Animación en el Estudio de Arte Cinematográfico de Shanghái consolidaron una forma de trabajo que exploraba la identidad nacional a través de las distintas formas del arte animado. Además de la importancia de las películas realizadas bajo su dirección, el aporte de Te Wei también se reconoce en su forma de organizar un equipo de trabajo durante lo que se ha llamada la "época dorada" de la animación China (1957-1966), un período especialmente prolífico durante el que se desarrolló un sistema de producción que los convirtió en uno de los principales exportadores de películas animadas en el continente. 

Comenzando su carrera como caricaturista político, la fama de Te Wei como dibujante era reconocida desde bastante antes de iniciarse en la animación. Especialmente después de la invasión japonesa a China, sus caricaturas de corte anti-japonés le permitieron reunir un grupo de caricaturistas para realizar dibujos satíricos bajo su dirección. La calidad de sus caricaturas políticas le valió una invitación para dirigir el departamento de animación del Estudio Changchun, a pesar de su falta de entrenamiento en el medio. Allí empezó a trabajar junto al japonés Tadahito Mochinaga (curiosamente, también fue uno de los mentores de Kihachiro Kawamoto), donde estudiaron con atención los movimientos y formas desarrollados tanto por Walt Disney como por la animación soviética de la época.

El primer trabajo de Te Wei, El general engreído (1956), ya mostraba preocupaciones por reflejar la identidad nacional en sus animaciones, inspirándose en los atuendos y estética de la Ópera de Pekín. Aún así, el diseño de personajes y los movimientos reflejaban todavía una fuerte influencia de las películas estudiadas, tanto de Disney como de las animaciones más clásicas de Soyuzmultfilm. ¿Dónde está mi mamá? (1960), en cambio, no solo se relacionaba con la tradición china en el estilo, sino también en el desarrollo de la técnica animada. Utilizando principalmente tinta en agua (también conocida como “tinta china” en Latinoamérica), ¿Dónde está mi mamá? imitaba las pinturas de Qi Baishi, tanto en su predilección por las ranas como en su forma de mostrar a los personajes "flotando" en el espacio de la hoja.

 

La flauta del pastor (co-dirigida por Qian Jiajun, 1963)

20 min.
Tinta china y acuarela.

Se puede ver acá: https://vimeo.com/151972821

En ¿Dónde está mi mamá?, su segundo trabajo, Te Wei ya había ensayado las posibilidades de la tinta y la acuarela para "perder" a los personajes en medio del paisaje. Georges Schwizgebel mencionó alguna vez que el mayor logro de los trabajos de Te Wei era que confundiésemos a los personajes con el paisaje, haciéndolos parte de la misma mancha que recorre por el fondo blanco. En La flauta del pastor este ejercicio se lleva a su punto máximo en algunas escenas, especialmente cuando se nota la diferencia de diseño entre el niño protagonista y su amigo búfalo. El pequeño pastor, más "clásicamente" diseñado, se separa del fondo gracias a las líneas negras que limitan su cuerpo, mientras que el búfalo se mantiene casi siempre como una mancha negra que puede entrar o salir de su ambiente. Este efecto es especialmente bello cuando el animal entra y sale del agua desapareciendo su cuerpo al sumergirse, ya que Te Wei apenas anima el agua en el que nada.

Además de este trabajo técnico entre los personajes y el fondo, también se trata de una obra mucho más detallada en cuanto a los escenarios y colores que lo que venía haciendo en sus dos cortos anteriores. Con una excusa argumental muy simple -un niño que se queda dormido y sueña con perder a su compañero búfalo-, el recorrido por cada nuevo paisaje puede variar en cuanto a niveles de detalle (las montañas son apenas bloques de tinta, mientras que el bosque de bambú se dibuja con gran detalle), pero siempre se basa en el juego de movimiento entre una pequeña figura y un fondo más amplío. Tristemente, también fue el primer trabajo que le significó a Te Wei problemas con las autoridades chinas. La flauta del pastor fue criticada por no reflejar políticamente los intereses del país, una censura que se agudizaría con la llegada de la Revolución Cultural, durante la cual Te Wei fue encarcelado en su primer año. 

 

Feelings from Mountain and Water (1988)

19 min.
Tinta china y acuarela.

Se puede ver acá: https://www.youtube.com/watch?v=HsXof3p5l3U

Años después de su exclusión del mundo de la animación, el último trabajo completado por Te Wei ha sido visto como una culminación de su exploración de animar algunas tradiciones pictóricas chinas. Además de las técnicas de Baishi, Feelings from Mountain and Water basa su trabajo con el paisaje en el shan shui, la tradición de la pintura china que trabaja los paisajes naturales a través de pinceles y tinta. Además de su conexión material, esta técnica permite a Te Wei trabajar más detalladamente la diferencia entre los fondos y los personajes, siendo su trabajo más sofisticado a nivel técnico. El "vacío" de los fondos interactúa de forma permanente con otros detalles en movimiento. 

El relato, tan sencillo como el de La flauta del pastor, sigue a un joven aprendiz de cítara que acompaña a su maestro en la montaña. Esta excusa argumental no solo permite un nuevo paseo por una serie de paisajes diferentes, sino también la muestra de una fauna variada (la escena en que aparecen una serie de animales cerca del final demuestra la atención que Te Wei ponía entre incluir o no líneas de separación al cuerpo) y una naturaleza que se mueve. A diferencia del agua invisible en la que nadaba el búfalo del corto anterior, en Feelings from Mountain and Water las hojas, el viento y el agua se mueven constantemente a través de pequeños trazos que simplemente sugieren las formas y las complementan gracias a este movimiento.