Tales from the loop: Las cosas imposibles

Esa suspensión de la incredulidad es lo que nos permite a los espectadores, también, entregarnos a disfrutar el viaje. Todo esto sería insostenible sin la complicidad que logran sus directores y que va de la mano con los deseos de su guionista, Nathaniel Halpern, pero sobre todo del responsable de su apartado visual, Simon Stålenhag, ilustrador en cuyo trabajo se basan estas historias. Por lo mismo, el resultado es tan fascinante porque, a la larga, los cuentos que vemos son imaginaciones a partir de ilustraciones que no tienen nada de estáticas.

De repente pasa, como si fuese un destello. Una serie de buena factura que nos hace pensar en la nostalgia de la pantalla de cine. Una historia, una serie de historias que nos convencen, y que no piden más que la complicidad del espectador. Y en el caso de Tales from the Loop, la certeza de que muchas veces no es necesario sobre explicar lo que está a simple vista.

Tales from the loop tiene desde su primer capítulo la intención de alejarnos del por qué. Constituida por ocho relatos antológicos, su hilo conductor son los habitantes del pueblo de Mercer y su vida en relación con el Loop, un centro de investigación de física que según indica su creador, Russ (Jonathan Pryce), es un lugar destinado a entender que lo imposible es posible. Las historias que se entrecruzan tienen relación con miembros de la familia de Russ y sus amigos, en un lugar apacible que al parecer tiene espacios de encuentro comunes.

Mercer es idílico no sólo por estar lejos de todo y de todos, sino porque además las relaciones entre sus habitantes se basan en la transversalidad, sensación que se evidencia entre los distintos personajes. La exhibición de esas relaciones nos permite observar problemáticas comunes desde distintos puntos de vista. Esta condición que se presenta en muchos relatos de ciencia ficción, emparenta a Tales from the loop con historias antológicas clásicas, incluyendo a las que alguna vez pudimos ver en programas como La dimensión desconocida. La serie se hace cargo de la posibilidad que nos brinda este género de volver a hacernos las grandes preguntas de la humanidad, indagando en las preocupaciones de nuestra condición humana frente al olvido, el recuerdo y la pérdida material y mental.

Estas pérdidas están presentes en cada uno de sus capítulos, llevándonos a cuestionar cada anhelo. Podemos pensar en realidades alternativas, el advenimiento de la vida artificial o los viajes en el tiempo, pero la duda siempre prevalece al revisar que tan listos estamos como especie para ello. La ciencia ficción y el terror se mezclan en ese caso, porque la ciencia aún forma parte de las áreas que no somos perfectamente capaces de comprender como sociedad, y aún más en una como la nuestra, que parece querer podar todo atisbo de imaginación. En Tales from the loop esa etapa, muchas veces enrevesada, en que los habitantes de Mercer se enfrentan a situaciones inverosímiles no complejiza sus caminos, porque ellos saben -mucho mejor que nosotros, incluso- que el lugar que habitan está lleno de cosas imposibles. Esa suspensión de la incredulidad es lo que nos permite a los espectadores, también, entregarnos a disfrutar el viaje.

Todo esto sería insostenible sin la complicidad que logran sus directores -son ocho en total, uno por cada capítulo-  y que va de la mano con los deseos de su guionista, Nathaniel Halpern, pero sobre todo del responsable de su apartado visual, Simon Stålenhag, ilustrador en cuyo trabajo se basan estas historias. Por lo mismo, el resultado es tan fascinante porque, a la larga, los cuentos que vemos son imaginaciones a partir de ilustraciones que no tienen nada de estáticas. Es algo parecido a los juegos que inventamos con los niños cuando les pedimos que nos cuenten lo que ven, las posibilidades pueden ser infinitas. Si a esto sumamos el gran detalle por la composición fotográfica de la serie, en donde todo parece fluir con una vibra retrofuturista de los setentas, es que obtenemos imágenes de gran belleza técnica, sin caer en la grandilocuencia o el efectismo. La música de Phillip Glass, uno de los grandes autores de música de película de la actualidad, viene a matizar la experiencia con un solo tema que, más que graficar todas las acciones, enfatiza la imagen arrojando luz sobre ciertas acciones y suena como un recordatorio de no perdernos lo importante.

Las sensación del “menos es más” es algo que surge en cada visionado de esta serie. Por ello, se celebran instancias como esta, una especie de remanso para contarnos grandes historias, altamente efectivas, devolviéndonos a lo que consideramos lo más simple. La pregunta permanente sobre cuál es nuestro lugar en el mundo, que la ciencia ficción viene planteando desde hace tantos años.

 

Título original: Tales from the Loop. Temporadas: 1. Episodios: 8. Creador: Nathaniel Halpern. Dirección: Nathaniel Halpern, Mark Romanek, Jodie Foster, Kim So-yong, Charlie McDowell, Tim Mielants, Andrew Stanton, Dearbhla Walsh, Ti West. Guion: Nathaniel Halpern (basado en el trabajo de Simon Stålenhag). Música: Philip Glass. Año: 2020. País: Estados Unidos. Distribución: Amazon Prime.