Recomendaciones FICValdivia 2021 (2): Homenaje Carlos Álvarez y Julia Sabogal + Foco Chorume Anárquico

Como parte de la muestra on line del festival, el programador Victor Guimarães recomienda, por una parte, el homenaje a Carlos Álvarez y Julia Sabogal, dos figuras importantes de la historia del cine colombiano. Y por otra, el foco Chorume Anárquico, selección de cortometrajes de dos destacados colectivos artísticos del cine experimental brasileño reciente: Chorumex y Anarca Filmes.

Una vez que yo mismo no pude ir este año a Valdivia debido a las restricciones sanitarias del gobierno chileno, les quisiera recomendar dos muestras que están disponibles on line hasta el fin del festival, para toda Latinoamérica.

La primera es el homenaje a Carlos Álvarez y Julia Sabogal. Quizás no los reconozcan de nombre, pero basta decir que Carlos es una de las figuras más importantes de la historia del cine colombiano –crítico de escritura inconfundible, cineasta militante de primera hora, docente fundador de una carrera de cine en aquel país. Julia es una de las pioneras del cine hecho por mujeres en Colombia y, más allá de su extraordinario cortometraje que está en la retrospectiva, ha sido también colaboradora fundamental en las películas de Carlos.

Entre los filmes del homenaje, quisiera destacar dos. Colombia 70, un cortometraje de tan solo cinco minutos hecho por Álvarez, es nada menos que uno de los más extraordinarios tour de force entre una cámara y un rostro hechos en la historia del cine. La película es a la vez un embate entre las miradas de quien filma y quien es filmado –que se da en la propia puesta en escena– y un ensayo prodigioso sobre la naturaleza misma del cine. El otro es Un día yo pregunté, dirigida por Julia Sabogal. Este cortometraje de tan solo ocho minutos se sirve de imágenes relacionadas a la religión católica en Colombia y de una canción de Atahualpa Yupanqui para construir un collage visual y sonoro que, en su voracidad asociativa, nos muestra una vez más que la militancia y la experimentación formal, en la historia del cine latinoamericano, no han sido campos de trabajo excluyentes.

La otra muestra que les quisiera recomendar es Chorume Anárquico, una reunión de seis cortometrajes de dos colectivos artísticos que han producido algunos de los experimentos más destacados en el cine brasileño reciente: Chorumex y Anarca Filmes. Ambos colectivos trabajan con una consciencia muy fina de los nuevos modos de producción y circulación de la imagen digital en la contemporaneidad, y hacen uso del vasto mundo de imágenes “pobres”, “amateurs”, “descartables” que inunda nuestra cotidianidad para encontrar en ellas a la vez una crónica melancólica del Brasil de hoy y las grietas por donde puede surgir otro país: libre, alegre, multicolor. Son películas a la vez sombrías y extremadamente festivas, se mueven entre el documental distópico y la performance disidente. De hecho, son películas hechas no para ver en la quietud de la sala de estar, sino para mover los ojos, los oídos y el cuerpo juntamente con ellas.