Las dos reinas: Dos monarcas para una sola isla
Aunque el escenario de a poco ha ido cambiando a punta de denuncias de mujeres de la propia industria cinematográfica que han evidenciado tanto el acoso como la subrepresentación o la tergiversada representación que sufren, lo menos habitual es que las mujeres sean las protagonistas de los filmes y, menos aún, que representen papeles que se alejen de los estereotipos de género tradicionales. Bien lo sabe la mayoría de hombres conservadores de la Academia hollywoodense, que no permitió que el Oscar a la Mejor Película se lo llevara un filme protagonizado por una mujer, que además es indígena, y prefirió darle el galardón a una película políticamente correcta sobre racismo, no del actual en tiempos de Trump, sino del bastante más abordado de los sesenta en el sur de Estados Unidos.
Por eso resulta destacable cuando en la cartelera local son ellas las que protagonizan las historias y, además, quienes detentan el poder o diseñan estrategias para acceder a él. Ocurrió con La favorita de Yorgos Lanthimos, que aunque fue desestimada por la Academia como Mejor Película, sí se llevó el premio a la Mejor Actriz para Olivia Colman interpretando a la inútil y enfermiza reina Ana; la última soberana británica de la casa de los Estuardo, que está secundada en los asuntos de Estado no por un consejero, sino por una hábil e inteligente estratega, su amiga de la infancia Sara Churchill, una magnífica Rachel Weiz en un nuevo papel de una mujer que rompe con las convenciones (ya lo había hecho recientemente en el rol de la fotógrafa judía Ronit Krushka en Disobedience, para la cual fue ella quien convocó a Sebastián Lelio para dirigirla).
Como en una posta que continúa con filmes de mujeres representando roles fuertes y que abordan su forma de relacionarse con el poder en un mundo de hombres, se estrena otra película de época y de soberanas, en que las estrategias políticas, las responsabilidades de Estado y la vida personal a su servicio tienen un prisma de mujer.
Si en la última película del polémico director griego el conflicto dramático estaba dado por el afán de Abigail Masham (Emma Stone) por convertirse en la favorita de la reina Ana, echando mano de maquinaciones políticas y estando dispuesta a satisfacer los caprichos de la soberana, el filme británico Las dos reinas se sitúa en la rivalidad entre María de Escocia (Saoirse Ronan) e Isabel I de Inglaterra (Margot Robbie), salpicada por algunos brotes de hermandad entre estas dos primas, que sin embargo sucumben a las razones de Estado. Ambas actrices (Ronan y Robbie) también fueron rivales en sus respectivas nominaciones a Mejor Actriz en los Oscar 2018, la primera por Lady Bird y la segunda por Tonya.
Las dos monarcas, que se deben a sus respectivos pueblos y constatan “cuán crueles son los hombres”, se debaten entre los conflictos diplomáticos y políticos entre ambos reinos, la aspiración de la joven escocesa a convertirse en la soberana de Inglaterra, la curiosidad de una por la otra (mal que mal son dos mujeres que gobiernan a hombres) y hasta, en momentos, ciertos visos de sororidad.
En una suerte de "Ellas por ellas" (en nomenclatura de Femcine), la directora inglesa Josie Rourke se pone las gafas de la perspectiva de género para retratar la aguerrida vida de María del linaje de los Estuardo de Escocia, que a los 16 años se convierte en Reina de Francia al casarse con Francisco y a 18 años enviuda, decidiendo volver a su reino para reclamar su legítima corona. Proveniente del teatro, Rourke logra una mirada original a un cine histórico, haciendo una lectura con ojos de hoy de una historia del siglo XVII, en base a la biografía María Estuardo, la reina mártir, de John Guy, y al guión de Beau Willimon, el mismo de House of Cards, con un sello similar en cuanto a conspiraciones políticas, traiciones y rebeliones.
Como era de esperar, la vuelta a su tierra natal de María para recuperar el lugar que legítimamente le corresponde en la historia comienza a desencadenar una férrea oposición, encabezada por el pastor de la iglesia anglicana, John Knox, tanto por su condición de católica, como por el hecho de ser mujer. Esta última no es una interpretación, sino una constatación explicitada por el pastor al referirse a ella desde el púlpito a sus fieles. "Y en su caso, como en el de todas las mujeres, su vista no es sino ceguera, su fortaleza es su debilidad, su consejo es su estupidez y su juicio es frenesí. Debemos obedecer a una papista y, encima, mujer?" En una evidente misoginia, el pastor advierte que “una mujer con corona y que se arrodilla ante el Papa es una plaga peor que la pestilencia y la hambruna”. La histórica aversión de la religión (no importa de cuál, porque es común a casi todas) hacia las mujeres.
María es católica (aunque permitió que sus súbditos fueran “libres de adorar como quieran") e Isabel, protestante. Otro punto de tensión que hará que la corona inglesa desate la guerra civil en las tierras más septentrionales del Reino Unido, usando al propio hermano de María, que abrazaba la causa protestante, a quien a pesar de su traición, la reina de Escocia le perdona la vida en una batalla en que ella misma lideraba a sus huestes.
María se casó una vez y decidió hacerlo de nuevo, sólo para concebir un heredero, el que en la historia finalmente terminará gobernando Inglaterra como Jacobo I, el viejo anhelo de su madre por el cual sufrió en carne propia el rigor de la que por momentos consideró su hermana. Isabel, en cambio, se resistió al matrimonio (siendo recordada como la “reina virgen”) por considerarlo peligroso: “ni las riquezas de un príncipe son suficientes para satisfacer la insaciable ambición de los hombres”.
La reina de Escocia le propuso a la de Inglaterra firmar un acuerdo en que ella le reconocería su legítimo lugar en el trono inglés, a cambio de que la nombrara su sucesora y así reinar en armonía “y no por un tratado redactado por hombres inferiores que nosotras”. La historia dijo otra cosa sobre dos reinas para una misma isla.
Nota comentarista: 8/10
Título original: Mary Queen of Scots. Dirección: Josie Rourke. Guión: Beau Willimon (según biografía de John Guy). Fotografía: John Mathieson. Reparto: Saoirse Ronan, Margot Robbie, Joe Alwyn, Jack Lowden, David Tennant, Guy Pearce, Ian Hart, Martin Compston, Brendan Coyle, Gemma Chan, Eileen O'Higgins, Liah O'Prey, James McArdle, Benny Bereal, Maria-Victoria Dragus, Ismael Cruz Cordova, Kadiff Kirwan. País: Reino Unido. Año: 2018. Duración: 124 min.