El filme logra impartir valiosas moralejas a los niños sobre la perseverancia, la independencia y el amor a la familia. Cualquier mensaje simple, no obstante, sucumbe ante el drama superfluo del rey y las burbujas, cuyo entramado de ideas genéricas (magia, poder, ambición) ensombrece los destellos de ingenio de la historia, la que tampoco se beneficia de canciones sosas que, en lugar de ser puntos de giro, son pausas.