Informe XI In-edit Nescafé (2): Finding Fela! (Alex Gibney, 2014). Derribando fronteras
Lleno total ayer en Cine Alameda. ¿Los motivos? Un documental sobre Fela Kuti. ¿Quién era Fela Kuti? El músico más popular de toda la historia de Nigeria; genio musical creador del afro-beat en una mezcla hipnótica entre música africana, funk y jazz, teñido de un mensaje emancipador y político; un personaje polémico y provocador situado entre el trance místico, la denuncia colonial y la defensa de una autodeterminación incendiaria.
El documental se cuenta a partir de la puesta en escena de un musical en Broadway en torno a su biografía. No cualquier musical, un espectáculo con gran asesoramiento de músicos, familia y biógrafos que relata los episodios más fuertes de su vida, entre ellos: su viaje a Londres y la mezcla con la elite jazzística, la creación de la banda Africa 70 con la compañía del brillante baterista Tony Allen, el encuentro con el black power cuando viaja a Estados Unidos, su regreso a Nigeria para crear la república autónoma de Kataluta (realmente una especie de centro comunitario colaborativo) y el comienzo de una época turbulenta de enfrentamientos con la policía y militares africanos que llega a un punto negro con la muerte de su madre en uno de ellos. Luego de esto viene una etapa confusa, pero igual de abrasiva: su postulación a la presidencia fundando un partido, el seguimiento de un gurú de una secta mística, su encarcelamiento y sus últimos días enfermo, una vez que contrae VIH, decidido a no tratarse.
Como comentamos, el documental se establece a partir de la puesta en escena del musical, y va montando en paralelo la discusión de la obra, en la cual directores, biógrafos, actores, bailarines van encontrando forma a este verdadero espectáculo explicativo a gran escala, así como las discusiones éticas desde los puntos de vista generados por las diversas decisiones tomadas por Fela durante su vida (incluso su trato a las mujeres); por otro, material de archivo de presentaciones varias, un paseo general y amplio por la evolución y sentido de la música de Fela, pasando por sus inicios, y la influencia del jazz y la música popular africana, llegando al núcleo de lo que consideramos como su propuesta: la base polirítmica, la orquestación de las entradas de los distintos instrumentos llegando a una verdadera catarsis extendida por más de treinta minutos, la entrada siempre emocional e intensa de su saxofón y los distintos cantos, discursos, poemas recitados por Fela durante toda la presentación en vivo.
Decíamos que nos llamaba la atención la sala repleta y la inquietud de un público que por diversas motivaciones (a especular) llenaron sala. Hay una tarea para pensar al respecto de los estándares del “nicho” y la llamada “formación de audiencias”, el legado artístico y humano de una vida y obra de imposible clasificación, testimonio de lucha y resistencia, pero así también, la dimensión del poder de su música, que se aleja del discurso y lo acerca a una experiencia espiritual, de carácter radicalmente des-personalizante (el “trance”, el “baile”) y a la vez comunitaria (surgida del dolor y la crítica social), una dimensión física, emocional y libre, más allá del formato canción, es la dimensión universal de su sonido, la fuerza de su mensaje, una potencia que derriba fronteras de la escucha y de la política. De todo eso, el mercado, jamás va a entender.
Iván Pinto