Oasis. Supersonic: La era pre-internet
No deja de ser curioso que el mismo año que se estrena el documental Eight Days a Week: The Touring Years, sobre los recitales en vivo que dieron Los Beatles entre 1963 y 1966, aparezca un documental sobre una de las bandas que más intentaron hacerle guiño a los de Liverpool. Oasis: Supersonic, recientemente estrenado en salas y que pudo ser visto en la última edición del festival In-Edit Nescafé, muestra la historia de la banda de los hermanos Gallagher desde sus inicios hasta 1996, año de los míticos recitales que dieron en Knebworth, Inglaterra.
El documental es bastante tradicional a nivel de estructura, no presenta nada innovador y tiene un montaje poco novedoso. Su riqueza, en lo que sustenta la película, es el abundante archivo de la banda, mezclado con entrevistas actuales de Noel y Liam Gallagher sobre los hechos, anécdotas y todo lo que fue su vida dentro de Oasis. Es en este diálogo -realmente inexistente, porque ambos dejan en claro que ya no se hablan para evitar más peleas- donde el documental va abriendo nuevas perspectivas a lo que fue el fenómeno de la banda de Manchester durante los noventa.
La historia de Oasis nos invita a re-imaginar un mundo pre-internet, sin la revolución de napster y muy lejos de las redes sociales que hoy abundan. Nos llevan a unos nacientes años noventa, cuando Liam era un inadaptado adolescente que decide, luego de recibir un martillazo en la cabeza, que quiere tener una banda. El documental es claro al proponer la premisa que actualmente vivimos en un mundo donde los shows de talentos y las celebrities dominan la pantalla y la música, pero antes de la masividad de internet la cosa era distinta. Y sin esa cultura de redes sociales, la popularidad y los hitos que generó Oasis en sus dos primeros discos es incomparable al día de hoy.
Con un muy buen uso del archivo, Mat Whitecross, conocido por el documental Camino a Guantánamo (2006), recrea el mundo que rodeaba a la banda en sus inicios, pero a la vez logra retratar muy bien las personalidades de cada uno de los integrantes y de cómo los hermanos Gallagher se apoderan del grupo. La disputa entre los dos hermanos fue constante, pero a la vez creativa, cuando, por ejemplo, tras un desastroso debut en Estados Unidos, Noel se escapa y compone “Cast No Shadow”, o cuando él comienza a cantar en los conciertos producto de los dolores de garganta que sufría Liam. Todos esos detalles van configurando una película que si bien es interesante, emociona más a fanáticos que al público general.
Otro acierto del documental es usar como “prólogo” y “epílogo” los dos recitales que Oasis realizó en Knebworth. Frente a 250 mil personas cada día, la película reconstruye cómo se fue gestando el recital, desde los medios señalando que más de dos millones de personas solicitaron tickets, de cómo pudieron hacer seis o siete recitales llenos, pero lejos lo más relevante es cuando Noel le habla al público diciendo “Esto es historia”. Y eso es lo que el documental quiere reflejar. Oasis es parte de la historia del rock británico, tanto desde su gestación como hasta en su quiebre. Y la película en ese sentido quiere quedar como un documento histórico al respecto, abandonando a la banda antes de la ruptura y sin siquiera mencionar qué sucede después de sus dos primeros discos y los dos recitales que reunieron a medio millón de fans.
Si bien a la película le falta un punto de vista más crítico, más lejana a la mirada del fanático, no deja de ser interesante cómo reconstruye la difícil personalidad de los hermanos Gallagher y cómo le da visibilidad a los demás integrantes de la banda. Se extraña también un desarrollo más profundo de esta guerra entre la industria y una banda que tenía una actitud bastante punk -con abuso de alcohol, peleas, drogas y destrucción de hoteles incluidos- y que pese a eso fue generadora de millones de libras para su sello. Sin embargo, al parecer, el documental no busca eso, sino más bien recordar esa época en que uno esperaba a que sonara la canción en la radio, grababa cassettes artesanales y en que se logró construir la leyenda que hoy son.
Sebastián González Itier
Nota comentarista: 7/10
Título original: Oasis: Supersonic. Dirección: Mat Whitecross. Edición: Paul Monaghan. Música: Rael Jones. País: Reino Unido. Año: 2016. Duración: 122 min.