Dos noches hasta mañana: Comunicaciones en tránsito

Largometrajes que narran el encuentro temporal de un par de extraños en ciudades ajenas abundan dentro del mundo de las producciones cinematográficas. Uno de los filmes más icónicos de este siglo en esa línea corresponde a Lost in Translation (Sofía Coppola, 2003) el cual retrata un breve encuentro en el centro urbano de Tokio de dos occidentales que se encuentran en tránsito por Japón. Creo, sin embargo, que hay razones de peso para considerar este filme del finlandés Mikko Kuparinen como una propuesta mucho más interesante.

Dos noches hasta mañana se desarrolla en Vilna, capital donde Caroline (Marie-Josée Croze) y Jaakko (Mikko Nousiainen) se conocen en el hotel donde ambos alojan de paso por motivos laborales. Caroline es una arquitecta francesa que se encuentra trabajando en el rediseño de los espacios del aeropuerto de la ciudad, mientras que Jaakko es un DJ finlandés que se encuentra de gira por Lituania.

Desde la primera noche que interactúan los protagonistas queda en evidencia cual será una de las cuestiones centrales del filme: las formas y variaciones en torno a la comunicación. Caroline en un primer momento le miente a Jaakko diciéndole que no habla inglés, por lo que las conversaciones que se generan en esa primera velada son construidas en base a miradas y sonrisas enmarcadas en luminosos planos donde predominan colores pasteles.

Esta atmósfera idílica se rompe a la mañana siguiente, al descubrir Jakko que Caroline escribe y habla un perfecto inglés. Desde este hito en adelante la relación de los protagonistas toma un giro disruptivo y la comunicación verbal entra de lleno con una intensa cadena de juzgamientos entre los dos extraños. Estos reproches evidencian que, aunque el contacto humano se lleve a cabo con desconocidos, siempre hay expectativas que al frustrase explotan en forma de sutiles gestos o palabras.

En paralelo a estos vaivenes, una nube de cenizas producto de una erupción volcánica comienza a dispersarse por los cielos de la ciudad, obligando a Caroline a cambiar sus planes y permanecer una noche más en la ciudad. La extensión de la estancia de la protagonista permite apreciar otras formas de comunicación mediatizadas a través de mensajes de texto, llamadas telefónicas y vía skype. Esta necesidad de estar conectados resulta agobiante para la viajante, quien ante las constantes llamadas de su novia comienza a evidenciar una precarización en su conexión con ella, ya sea por problemas de señal o por la imposibilidad de contestar a los afectos de su pareja.

2-nights

La multiplicidad de formas de abordar el juego de conocer a un extraño difiere de lo retratado en la ya citada Lost in Translation. Este filme de Coppola descansa principalmente en el elemento idiomático: cuánto se pierde -o pensamos que se pierde- en la traducción de un idioma a otro, cuánto dificulta y cuánto limita en la interacción con el otro en el marco de la ciudad ajena. El largometraje termina aproximándose a la cultura japonesa más bien desde el exotismo, filmando sin mayor profundización monjes rezando en templos o algún grupo de mujeres practicando Ikebana.

A diferencia de aquel filme, en Dos noches hasta mañana la ciudad poco a poco deviene en irrelevante. Las escenas de los personajes caminando por los exteriores son mínimas, desenvolviéndose lo central en los interiores del hotel, algún bar o spa. Son las formas de disponer el interior de los espacios -ubicación de las sillas, ventanas y mesas- lo que moldea las posibilidades de entablar un diálogo con algún desconocido.

Esta atención en la arquitectura de los interiores remite al propio proyecto de Caroline, quien precisamente busca transformar los espacios de espera del aeropuerto moldeando las formas y ubicaciones de las sillas -y por tanto de disposición de los cuerpos que las ocupan- para que estos puedan optar entre conversar o simplemente disfrutar de la soledad. Así, la posibilidad de embarcarse en una aventura con un extraño dependerá solamente de la voluntad en tránsito de cada uno.

 

Nota comentarista: 7/10

Título original: 2 yötä aamuun / 2 Nights Till Morning. Dirección: Mikko Kuparinen. Guión: Mikko Kuparinen. Fotografía: Tuomo Virtanen. Reparto: Marie-Josée Croze, Mikko Nousiainen, Arly Jover, Andrius Ziurauskas, Larisa Kalpokaite, Sakalas Uzdavinys, Lukas Bulevicius, Gabija Siurbyte, Vytautas Medineckas, Paulius Jurgaitis. País: Finlandia. Año: 2015. Duración: 88 min.