Viudas: Signos de dólar, promesas vacías

 

El montaje de la primera secuencia de Viudas basta para darnos cuenta de cual será la propuesta argumental y audiovisual de Steve McQueen, en ella se distribuyen dialécticamente escenas con primeros planos que reflejan la intimidad de los personajes principales, junto a otras escenas de acción con rápidos movimientos de cámara que nos muestran a cuatro hombres escapando de un robo y posteriormente siendo asesinados por la policía. Esta relación entre tomas íntimas y otras de acción es empleada en otros momentos de la película equilibradamente, no convirtiéndose nunca en una película intimista o en una de acción, sino en un híbrido que es posible posicionar en ese género ambiguo llamado thriller.

Viudas es una película con muchas capas, podría decirse que en ella existen tres líneas dramáticas distintas. La primera es la previa de la elección para elegir al alcalde del distrito 18 de Chicago, donde el candidato Mulligam -hombre blanco, de clase alta- se enfrenta a Manning -afroamericano, aparentemente de clase media- dicha contienda electoral sirve de marco general para el desarrollo de la película y, además, es un recurso constantemente utilizado en el guion cuando las restantes líneas dramáticas parecen estar estancadas.

La segunda línea dramática responde a la relación de las tres viudas (una no participa) lideradas por Veronica -viuda del líder de la banda- que planean ejecutar un robo. Ya que sus esposos habían robado dinero propiedad de Manning deben devolverlo, considerando que este, además de ser candidato por el distrito 18, es un criminal que cuenta con una mano derecha implacable (en un papel actuado magistralmente por Daniel Kaluuya), quien cada vez que aparece mata otro personaje.

La tercera línea dramática la conforma Veronica y su difunto marido, Harry Rowlands; ella -a partir de flashbacks y recuerdos en forma de fantasía- recuerda a su esposo. Esta es quizás la línea dramática más débil e intimista, la insistencia constante del recuerdo como bálsamo a las restantes líneas provoca que constantemente la tensión construida en toda la película se diluya en escenas de amor pasado, las cuales no otorgaran mayor trascendencia al desarrollo de la película.

Viudas

La principal virtud del filme es la manera que tiene de reflejar diversos conflictos propios de la sociedad estadounidense: pugnas de clase, raciales, políticas, religiosas y la violencia policial. Esto es posible gracias al amplio elenco de personajes secundarios, los que ocupan distintas posiciones en el entramado social propuesto por McQueen, donde, además de servir como plataforma para la el establecimiento de todos esos puntos de vista, también subyace una verdad ineludible: todos quieren y necesitan dinero más que alguna otra cosa, y es por eso que se involucran en los procesos reflejados en la película.

Los personajes dudan, se preguntan cuál es el sentido de lo que hacen, y pronto obtienen la respuesta: no hay ejercicio del poder sin capital económico. Es necesario tener dinero para sobrevivir en la vida que han elegido vivir. La reflexión puede derivar en una lectura accesoria, McQueen quizás quiere reflejar la ausencia total de cualquier tipo de discernimiento ético en la sociedad estadounidense, algo que claramente no es una reflexión novedosa pero siempre atingente.

Otra lectura posible y enriquecedora se relaciona con rol que las mujeres ejercen en la película. La manera en que se empoderan luego de la muerte de sus esposos, renunciando momentáneamente a su vida cotidiana (crianza, lujos, mascotas) para ejercer algo así como la posición criminal, deja en claro que las mujeres son las valientes y los hombres los cobardes de la película. Aunque todos lo hagan por dinero, al menos las mujeres lo necesitan para no ser asesinadas. En ese sentido la transformación de las personajes desde el ejercicio de un rol de género sumamente machista hacia el desarrollo de una especie de sororidad momentánea es correctamente desarrollado por la película. Es allí -entre otras cosas- donde se nota que el guión fue co-escrito por la novelista y guionista Gillian Flynn (Gone Girl, Sharp Objects), un total acierto.  

En Viudas, McQueen demuestra nuevamente que es un director que ha sabido adoptar nuevos estilos de manera satisfactoria. En este, su debut respecto a la escenas de acción y robos, cumple con creces el desafío de seguir cambiando su manera de hacer cine, algo que no muchos directores con la carrera asegurada se atreven a realizar.

 

Nota comentarista: 7/10

Título original: Widows. Dirección: Steve McQueen. Guión: Gillian Flynn, Steve McQueen (basado en personajes creados por Lynda La Plante). Fotografía: Sean Bobbitt. Música: Hans Zimmer. Reparto: Elizabeth Debicki, Jon Bernthal, Liam Neeson, Colin Farell, Michelle Rodríguez, Viola Davis, Cynthia Erivo, Garret Dillahunt, Carrie Coon, Robert Duvall, Daniel Kaluuya, Manuel García-Rulfo. País: Reino Unido. Año 2018. Duración: 128 min.