Hugo: desde los confines de la imaginación

Existe un indescriptible aire de nostalgia y encanto que viene de la mano con esta película. Hugo (2011), mantiene una cautivante magia durante sus 126 minutos, producto de los elementos escogidos por el director Martin Scorsese, que, a través de un estilo muy particular, acomoda una puesta en escena que produce emoción con tal solo observar.

Tic-tac… suenan repetidamente unos engranajes moviendo una aguja segundera, provenientes de algún lugar en medio de un París cubierto de nieve. Nos adentramos a una hermosa estación de tren, el vapor cruza a través de nuestros ojos mientras avanzamos entre los trenes y la multitud de gente. Nuestra mirada es guiada al origen del sonido, un reloj en medio de la gran estación, detrás de los números se esconde una cara. Al acercarnos podemos distinguir los ojos observantes de un niño, monsieur Hugo Cabret (Asa Butterfield). Un espectador que atentamente ojea las distintas historias de los pasajeros y trabajadores de la estación, esperando algo que aún no podemos descifrar. Es este el primer paso de la aventura de un niño abandonado en busca de su lugar en el mundo y vaya aventura que es.

Existe un indescriptible aire de nostalgia y encanto que viene de la mano con esta película. Hugo (2011), mantiene una cautivante magia durante sus 126 minutos, producto de los elementos escogidos por el director Martin Scorsese, que, a través de un estilo muy particular, acomoda una puesta en escena que produce emoción con tal solo observar. La secuencia inicial concluye con Hugo Cabret, contemplando su dilema mientras observa la inmensidad de París a través de la ventana de un gran reloj. Scorsese nos entrega a un personaje descifrando su pertenencia en el mundo, adornado con un set llamativo que parece cobrar vida de lo detallado que es mientras más lo observas, unos colores tan vivos que irradian sentimientos con tan solo verlos y una banda sonora tocando al son de acordeones parisinos, diseñada para elevar aún más el momento. Si eso no es magia cobrando vida en una pantalla, entonces la magia no existe o nunca la podré comprender.                     

Pero esto no le bastó a Scorsese, ya que fue un paso más allá para darle aún más vida a la película a través de la tecnología. Lanzada en el 2011, Hugo fue uno de los estrenos ocurridos durante el apogeo de las películas tridimensionales. Es aquí donde empiezo a relatar desde la experiencia, ya que a pesar de no poder revisitar la película en 3D desde mi hogar, sí puedo afirmar que fui uno de los niños afortunados que tuvo la suerte de visionar Hugo durante su estreno en cines y en tercera dimensión. Recuerdo la viva imagen de los trenes acercándose con velocidad directo hacía mí, la inmensidad de Gare Montparnasse y el momento de ansiedad que sentí al ver a Hugo colgado de las manecillas del reloj frente a mis ojos. Menciono esta experiencia porque siento que posee un valor agregado ya que Scorsese, en su propio momento Meliès, innova y juega con la tecnología para entregarle presencia y grandeza a la historia.    

A pesar de este hermoso mundo entregado visual y auditivamente, el corazón de la película yace en las manos del elenco y cómo a través de ellos tenemos una mirada de la vida de los “residentes” de Montparnasse. Desde el interior de las paredes, Hugo nos da la oportunidad de observar lo que ocurre puertas adentro y ser parte de su aventura siguiendo a todos estos personajes que le entregan dinamismo al mundo. Quiero saber cómo Monsieur Frick (Richard Griffiths), va a conquistar el corazón de Madame Emile (Frances de la Tour). Necesito saber en qué disparate se meterá el inspector Gustave (Sacha Baron Cohen), con su leal compañero Maximilian. Tengo tantas ganas de preguntarle a Monsieur Labisse (Christopher Lee), que libro me recomendaría leer. 

La dirección de la historia de Hugo termina virando a la grandeza de Georges Méliès, sus logros e indudable aporte a la industria cinematográfica; sin embargo, la gran aventura es de monsieur Hugo Cabret. Un niño que representa a todo aquel que en algún punto tuvo dudas acerca de qué camino elegir para encontrar un lugar donde pertenecer. Sentado en esa función en la primavera del 2011, Hugo me mostró mi camino. Un camino que lleva hacia un mundo creado desde los confines de la imaginación, un lugar donde nacen las mejores historias. Un teatro de los sueños llamado cine.

 

Título original: Hugo. Dirección: Martin Scorsese. Guion: John Logan (Basada en La invención de Hugo Cabret, de Brian Selznick). Fotografía:    Robert Richardson. Montaje: Thelma Schoonmaker. Vestuario: Sandy Powell. Música: Howard Shore. Elenco: Asa Butterfield, Ben Kingsley, Sacha Baron Cohen, Chloë Grace Moretz, Christopher Lee, Jude Law, Ray Winstone, Emily Mortimer, Helen McCrory. País: Estados Unidos. Año: 2011. Duración: 126 min.