El misterio del sr. Pick: La biblioteca de los libros rechazados

Gran parte de la potencia del filme está en su idea de base agudizada por un desarrollo con un ritmo generalmente aceptable y sin trabas y  unos intérpretes  metidos de lleno  en sus papeles. Todo ello  facilita que el espectador se implique en una trama más compleja y  con algunos componentes  humorísticos  y otros  aligerados por el tono de comedia negra o comedia de costumbres que acaba adquiriendo el filme. Bezançon no es un gran director pero ha conseguido la que es su película más sólida y entretenida hasta la fecha, introduciendo diálogos ingeniosos y personajes que se comportan de forma inesperada.

Nos encontramos  con  un exponente de comedia francesa resultona, simpática aunque algo “ligera”. El  misterioso hallazgo de un manuscrito que se convierte en un éxito editorial  nos conduce por algunas de las miserias del mundo de los los libros  y de los programas sobre “literatura” convirtiendo este  volumen autobiográfico de  improbable  autoría en una reflexión sobre la literatura con y sin mayúsculas. Temas como la vanidad, la industria del libro, el altruismo y la confusión entre realidad y ficción van apareciendo en el periplo de un presentador de televisión (Fabrice Luchini)  a la búsqueda del verdadero autor del libro encontrado en una sorprendente “biblioteca de libros rechazados” por las editoriales y que, una vez publicado, se convierte en un gran éxito de público y crítica destapando alguna que otra suspicacia. 

La algo alambicada trama contiene una suave pero clara crítica al mundillo editorial en su vertiente más frívola y comercial ejemplificada por un programa cultural  de televisión, cuyo presentador (Luchini)   acabará convirtiéndose en el detective y conductor del relato, a través de los encuentros diversos y a través  de los saraos que acompañan a la literatura de éxito en el país. Bezançon, a diferencia de otras de sus películas familiares o románticas, sabe dar ritmo a esta historia de vidas y literatura combinando el drama suave, la comedia y la sátira social, nada de ello demasiado agudo pero resuelto con soltura y sin demasiados baches ni altibajos. Una comedia con tintes dramáticos  sobre el misterio de la creación literaria y sobre el absurdo de cuestiones como la autoría con mayúsculas, el fetichismo de los reality  culturales a la par que una tímida reflexión sobre la soledad del creador y el papel  del intelectual, el enfrentamiento del escritor y el crítico, de la entrega familiar y la frialdad del investigador. 

Gran parte de la potencia del filme está en su idea de base agudizada por un desarrollo con un ritmo generalmente aceptable y sin trabas y  unos intérpretes  metidos de lleno  en sus papeles. Todo ello  facilita que el espectador se implique en una trama más compleja y  con algunos componentes  humorísticos  y otros  aligerados por el tono de comedia negra o comedia de costumbres que acaba adquiriendo el filme. Bezançon no es un gran director pero ha conseguido la que es su película más sólida y entretenida hasta la fecha, introduciendo diálogos ingeniosos y personajes que se comportan de forma inesperada. Dando cierto colorido al conjunto de un misterio de las letras que acaba siendo una reflexión, solo relativamente amable, sobre el mundillo de las letras francesas. 

 

Titulo Original: Le Mystère Henri Pick. Año: 2019. País: Francia. Director: Rémi Bezançon. Guión: Rémi Bezançon, Vanessa Portal (Novela: David Foenkinos). Reparto: Fabrice Luchini, Camille Cottin, Alice Isaaz, Bastien Bouillon, Josiane Stoléru, Astrid Whettnall, Marc Fraize, Hanna Schygulla, Marie-Christine Orry. Fotografía: Antoine Monod. Música: Laurent Perez del Mar. Duración: 100 minutos. Productora: Mandarin Production / France 2 Cinema / Scope Pictures / Région Ile-de-France. Distribuye: CDI Films